PAMPLONA - Un escueto correo electrónico de apenas dos líneas enviado por un alto mando de la Guardia Civil bastó para denegarle la acreditación necesaria para acceder a su puesto de trabajo. En él, el comandante jefe interino N00539F, le señala como “persona no apta por estar próxima a entornos potencialmente peligrosos para la seguridad aérea”. Así, tras 31 años como auxiliar de vuelo, sin ningún tipo de antecedente penal ni policial, ni ningún expediente laboral, ni sanción, esta fue la aparente justificación que permitió la revocación de la tarjeta de seguridad indispensable para acceder a zonas restringidas del aeropuerto y motivó el posterior despido por parte de Iberia de Patxi Zamora, tripulante de cabina de pasaje y más conocido por ser el portavoz de Kontuz!, la asociación que lideró las denuncias judiciales por la desaparición de Caja Navarra y otros casos de corrupción.

Este mensaje de correo electrónico y el documento de la Guardia Civil -que no adjunta ningún tipo de prueba- han sido incorporados recientemente a la causa que se sigue en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Y ha resultado ser una sorpresa para el propio Zamora. Un hecho abusivo y arbitrario que él mismo y la asociación de consumidores Kontuz! denunciaron públicamente. “Aunque se va hablar de un tema que es un despido, este asunto se ha considerado siempre una vendetta política contra Kontuz! y contra nuestra labor”, explicó el propio Patxi Zamora, que agradeció el respaldo de la asociación a la que representa.

Y advirtió de la gravedad de estos hechos: “Si no lo denunciamos, si no lo enfrentamos, si no lo ganamos, se va a establecer un precedente peligrosísimo para que, en función de determinados intereses políticos, se pueda arruinar la vida a cualquier ciudadano”. En rueda de prensa, Zamora explicó que “la información extraída de los propios informes de la Guardia Civil no solo confirma nuestra denuncia, sino que la agrava”.

“La última instancia judicial a la que nos han abocado, el TSJM, tras requerir a la Benemérita un informe al respecto, ha conseguido que la Guardia Civil responda”, dijo ayer. Explicó el portavoz de Kontuz! que en principio “el Centro Permanente de Información y Coordinación (CEPIC) dio el visto bueno a la renovación de la tarjeta necesaria para volar por la total ausencia de antecedentes penales ni policiales” y que un comandante de la Guardia Civil “firmó el correspondiente apto” para que se le diera la tarjeta. Pero según relató, “diez días después, el mismo cargo firmó un no apto que, a la postre, ha significado el despido”.

Cuando se le deniega por segunda vez la tarjeta, uno de los jefes habla directamente con un alto cargo de la Guardia Civil para pedirle explicaciones, y la contestación es clara: “Patxi Zamora no va a volver a volar más en la puta vida”, le dice.

Ahora, gracias al requerimiento del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Zamora ha sabido que “en esos días, el Servicio de Información de la Guardia Civil envió un correo electrónico, de apenas dos líneas, en el que, sin documento ni prueba de ningún tipo, se afirma que debe negárseme la tarjeta por, y citamos literalmente, ser una persona que puede estar “próxima a entornos potencialmente peligrosos para la seguridad aérea”. Zamora se preguntó en público “qué entornos son esos”. “Frecuento las mismas amistades desde hace décadas: durante 31 años he llevado como pasajeros a Aznar, a los reyes, a todo el mundo... ¿no he sido peligroso y ahora lo soy?”, incidió.

Zamora censuró “el uso de una institución pública, como la Guardia Civil, para perpetrar este despido, de una persona que siempre públicamente ha desarrollado una labor como portavoz de Kontuz! en sus denuncias anticorrupción y que recordó que si esos entornos “potencialmente peligrosos” han sido sus investigaciones periodísticas o ser candidato al Senado del cuatripartito que sustenta al Gobierno foral, una candidatura avalada por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E.

Por último, Zamora subrayó que “esta estrategia de desgaste es también denunciable como corrupción porque con dinero público se está financiando una estrategia judicial consistente en dilatar y complicar los procesos para penalizar así a la víctima, obligada a enfrentar un periodo de desgaste económico y personal que supone una condena previa”.

Proceso Laboral. Una demanda laboral contra Iberia por el despido en un juzgado de lo Social en Madrid es el proceso que más rápido se está cursando. La fecha del juicio sería el 30 de octubre, pero previsiblemente se atrase.

Proceso Civil. Una demanda en el Juzgado Civil contra AENA, en Madrid, un juicio que podría acarrear unas costas muy elevadas y cuyo plazo de desarrollo del proceso podría alcanzar los dos años. Según la Abogacía del Estado es AENA quien tenía que responder por retirada de la tarjeta de vuelo de Zamora. Y es en este proceso en el que se llamó a declarar como testigo al comandante jefe interino de la Guardia Civil que firmó como “no apto” la acreditación a Patxi Zamora, pero el comandante decidió no presentarse como testigo y no declarar acogiéndose a legislación sobre “secretos oficiales en materia reservada”.

Contencioso Administrativo. Una segunda demanda en el Contencioso-Administrativo, trasladado al TSJM, también contra AENA.

Defensor del Pueblo. Presentaron queja al ministerio del Interior y remitieron el caso al Defensor del Pueblo en Madrid para incoar investigaciones sobre un despido que posiblemente “vulnera los derechos constitucionales”.

Una cita con el ministro marlaska

En el Senado. El senador de Izquierda-Ezkerra en la coalición Unidos Podemos, Iñaki Bernal, ha solicitado una reunión de trabajo con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con motivo de la situación de despido del trabajador de Iberia Patxi Zamora. Ya en el mes de febrero de 2018, se preguntó al anterior ministro Juan Ignacio Zoido sobre este tema, obteniendo como respuesta el compromiso de hacer revisar esta situación. También el propio Patxi Zamora hizo este martes un llamamiento al Gobierno del PSOE para que “se haga justicia con mayúsculas” con su despido de una compañía aérea, que calificó de “grave caso de corrupción del PP”.