Era el último debate de política general de la legislatura, y eso le dio cierto tono de balance a todas las intervenciones. Empezando por la presidenta, que durante casi 100 minutos desgranó en euskera y castellano los principales logros del Gobierno del cambio. “Tras años de parálisis esta legislatura ha sido, está siendo y seguirá siendo especialmente fértil y positiva para la sociedad navarra”, afirmó Barkos, que subrayó que el Ejecutivo foral “ha sido capaz de gobernar para todas y todos los navarros con un único afán: el progreso solidario y colectivo. Hemos trabajado por una Navarra mejor”, apuntó.

La presidenta hizo así una comparativa con la realidad económica, financiera y social que se encontró al llegar al Palacio de Navarra, y la que hoy ofrece la Comunidad Foral, “más solvente, próspera, cohesionada, solidaria, plural y competitiva”. Recurrió para ello a los datos de empleo, de crecimiento del PIB o de dinamismo empresarial. “Frente a los falsos datos interesados, Navarra hoy genera confianza y resulta atractiva para invertir”, argumentó.

Tuvo, en cierta medida, algo de reproche a una oposición que durante todos estos años ha vaticinado unas perspectivas sombrías para Navarra, y que incluso ha ofrecido una mirada distorsionada del territorio fuera de él, especialmente en Madrid, donde se ha llegado a poner en duda la viabilidad de la propia comunidad.

La presidenta subrayó así que en este tiempo se han puesto en orden las cuentas pública, lo que ha permitido revertir recortes y “trasladar al bienestar de las personas” la mejoría económica. Destacó en ese sentido la reducción de las listas de espera (18.000 personas menos en primera consulta), la mejora de la renta garantizada con cerca de 8.000 menores protegidos, 4.500 dependientes más atendidos, las subvenciones para medicamentos a las rentas bajas, o la ampliación a todas las pensiones mínimas el complemento que hasta ahora solo percibían las de viudedad. “Son solo algunos ejemplos de lo que está significando el cambio en Navarra”, defendió la presidenta, que quiso poner en valor así que es un Gobierno “que trabaja por el bienestar de todos los ciudadanos” y no solo de quienes le votan, como ayer volvió a trasladar la oposición. “Este no ha sido un simple cambio de siglas. Va mucho más allá. Es un cambio social, un cambio profundo de nuestro entorno, de visión del mundo y de nuestro futuro”, apuntó Barkos, que avanzó además una batería de reformas que el Gobierno prevé aprobar antes de que finalice la legislatura. - I.F.