pamplona - Las órdenes del Gobierno de Mariano Rajoy para contratar armamento de la multinacional armamentística MBDA que Pedro Morenés presidió en España hasta su entrada en el Gobierno retrasaron durante dos años la puesta en marcha del contrato para construir cinco fragatas en los astilleros de Navantia en Ferrol. Esta actuación paralizó un proyecto de 4.000 millones de euros que garantizaba diez años de carga de trabajo. Según la documentación a la que ha accedido eldiario.es, fue ese empeño del anterior Gobierno en colocar a las embarcaciones ese modelo de misil fabricado por la multinacional en la que Morenés ejerció como alto ejecutivo hasta que fue nombrado ministro por Rajoy el que aplazó el inicio de los trabajos en los astilleros que la empresa pública tiene en Ferrol.

Durante la gestión de Morenés y Cospedal, Defensa impuso como “prioritaria” la implantación en las fragatas F-110 de los misiles Sea Ceptor, que nunca habían sido usado por la Armada Española y que la compañía del ministro estaba intentando colocar en el mercado internacional de la Defensa. El Ministerio tenía que elegir como armamento para los barcos de guerra entre los misiles que ofertaba la empresa de Morenés y otro modelo que ya está en servicio en las fragatas F-100, el Sea Sparrow Block 2.

Esta segunda opción tenía la ventaja, según el diario, de ser un modelo desarrollado por un consorcio internacional (NATO Sea Sparrow) del que España forma parte y al que se comprometió financiación regular durante 15 años, pero el Gobierno del PP prefirió pagar por el desarrollo de un misil con los principales socios militares de España mientras intentaba comprar otro modelo diferente en el mercado privado.

oposición de la armada Esa insistencia llegó a provocar un enfrentamiento entre la cúpula de la Armada y la Dirección General de Armamento, controlada por el ministro. Fue en pleno verano, semanas después de la llegada del Gobierno de Pedro Sánchez y de la toma de posesión de Margarita Robles como responsable de Defensa, cuando se desbloqueó la situación, se descartó la compra de ese modelo de misil y se sortearon los últimos trámites para que Navantia empiece, por fin, a construir las fragatas. - D.N.