pamplona - Si ninguna sorpresa política de última hora lo impide, el Parlamento cerrará la novena legislatura con la reforma del Fuero Nuevo terminada. Significa que Navarra, en virtud de su autogobierno, dispondrá de un código civil propio, amplio y avanzado, totalmente actualizado a la realidad social contemporánea y capaz de responder a los retos diarios de la sociedad navarra del siglo XXI en ámbitos tan importantes como las uniones conyugales, herencias, contratos u otros aspectos del ámbito privado entre particulares. Tras más de dos años de trabajo en una ponencia parlamentaria en la que han tomado parte un plural grupo de expertos y actores de la sociedad civil, la reforma del Fuero Nuevo ya tiene listo su texto base que está marcado por una actualización completa de todas las figuras familiares actuales y por guardar un especial cuidado con los sectores más vulnerables (personas mayores enfermas, infancia...).

La reforma del código civil foral no es poca cosa. Regula aspectos cotidianos de toda sociedad moderna y llevaba sin tocar desde 1973, cuando lo rubricó el propio Franco. Ya entonces el texto nació viejo. Contenía figuras como la casa, instituciones familiares decimonónicas y patriarcales absolutamente obsoletas ya en los estertores del franquismo; la mujer tenía reservado un papel secundario (o terciario, incluso) sometido al del hombre; y muchas figuras familiares estaban redactadas con ese espíritu de nacionalcatolicismo rural desfasado. Lo que pasa es que el texto se ha mantenido casi con su redacción original desde 1973: sólo sufrió alguna modificación para darle encaje constitucional e introducir, de manera somera y sin desarrollo por parte de un reducido equipo de juristas, la figura del divorcio en 1987, algo impensable en el momento de su redacción, cuando por supuesto sólo existía el matrimonio entre hombres y mujeres por la Iglesia. En la práctica, eso ha hecho inservible la norma, arrinconada en favor del derecho común estatal.

el nuevo espíritu Por eso, y porque Navarra tiene competencia exclusiva en la materia, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e I-E pusieron en marcha en 2016 una ponencia presidida por la parlamentaria Arantxa Izurdiaga (EH Bildu) por la que han desfilado expertos juristas, profesores universitarios, jueces y otros actores como sindicatos y asociaciones a fin de aportar al futuro nuevo texto. Ahora mismo, el texto está redactado en sus líneas generales, que están marcadas por la eliminación de figuras atemporales (la casa, esa unidad familiar que prima por encima de los individuos, ya no es el eje transversal del texto), el reconocimiento de todas las uniones conyugales (personas del mismo sexo) y la pareja estable, y la protección de los más vulnerables, sobre todo en lo relativo a las herencias. Se ha tratado de terminar con el parcheo de leyes aprobadas para salvar el obstáculo del Fuero Nuevo, y hacer de la Ley foral de modificación y actualización de la compilación de derecho civil foral la herramienta definitiva. No obstante, el texto todavía está abierto e incluirá tantos cambios como decida el Parlamento.

Si todo sigue como hasta ahora, lo lógico es que en el plazo de tres meses la ley esté aprobada. Con un amplísimo consenso en los grupos del cambio y el PSN, la duda está en saber qué papel desempeñará UPN: si el de obstaculizador de la reforma por erigirse como el guardián de las esencias del Fuero Nuevo, o en posibilitador de una reforma que servirá en la práctica diaria a muchos ciudadanos.

El código civil navarro. Regula las uniones conyugales, los testamentos, las herencias y otros tipos de contratos privados. Sin modificar desde 1973.

¿Cómo afectará? Está previsto que entre en vigor seis meses después de su aprobación por el Parlamento (prevista para antes de abril), tiempo necesario para que registros, notarías y juzgados de lo civil se hagan cargo de la nueva situación. El Gobierno tendrá que llevar a cabo una labor de divulgación para que se conozcan todas las medidas.

La pareja estable. Para empezar, la reforma del Fuero Nuevo supera el matrimonio por la Iglesia como única unión posible y establece que las personas se unan en una figura que se denomina pareja estable. Dos personas, mayores de edad, emancipadas y que vivan juntos una situación análoga a la matrimonial podrán constituirse como pareja estable y decidir sobre su régimen. A partir de unos mínimos, el Fuero Nuevo otorga libertad para determinar qué régimen se quiere. El Gobierno foral implementará un registro único en el que las parejas tendrán que inscribirse, aunque esto es algo que todavía tiene que debatirse.

El divorcio, desarrollado. La reforma de 1987 se desarrolla desde un prisma moderno y útil: se introduce la figura de la crisis familiar y se regulan la guardia y custodia, las estancias y contactos con otros familiares, los deberes de alimentación, habitación, educación y asistencia material y emocional, la atribución de la vivienda y los gastos ordinarios. Se fomenta el pacto de parentalidad como primera opción y se introduce la figura del coordinador parental para mediar y reducir la litigiosidad.

Libertad para testar y defensa de las personas vulnerables. Una de las figuras más genuinas del Fuero Nuevo es la libertad para testar. Se eliminan todas las figuras anacrónicas relativas a los impedimentos para heredar de hijos fuera del matrimonio u otras nupcias y se modifica el testamento de hermandad de tal manera que no sea imposible revocar el contrato en el caso de que una de las partes devenga incapaz.

Anular contratos. Para evitar los abusos de influencia, se habilita la posibilidad de anular contratos que suscriban personas en vulnerabilidad (por ejemplo, dependientes) por parte de los herederos.