BILBAO. El secretario general de Eusko Alkartasuna y parlamentario de EH Bildu, Pello Urizar, ha afirmado que trasladar a un preso de ETA "de 700 a 400 kilómetros no es terminar con la dispersión, es acercarlo", y ha considerado que el Gobierno de Pedro Sánchez tiene "mucho vértigo" a la hora llevarlo a cabo.

En una entrevista concedida a Onda Vasca, recogida por Europa Press, Urizar se ha referido a las declaraciones de este domingo en San Sebastián del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien afirmó que "la dispersión fue una política antiterrorista que procedía y tuvo su resultado", pero ahora "estamos en una situación distinta" porque "el Estado de Derecho ha vencido a ETA".

Tras reconocer que se trata de afirmaciones "contundentes", Urizar ha matizado que, no obstante, "si algo esperamos todos es que se acompañe la misma contundencia con los hechos".

"Ya con la puesta en marcha del Gobierno de Pedro Sánchez se trasladaba públicamente que la dispersión era cosa del pasado y que había que terminarla. Es lo que ha venido a decir, pero la realidad no acompaña a los hechos", ha lamentado.

A su juicio, trasladar a un preso "de 700 a 400 kilómetros no es terminar con la dispersión, es acercarlo". "Es positivo pero no es acabar con la dispersión. Más allá de las grandes palabras hay que acompañarlo con hechos, y nos da la sensación que hay mucho vértigo en el Ejecutivo de Sánchez", ha advertido.

De este modo, ha resaltado que lo que se debe hacer es "traer" a los presos a las "prisiones de Euskal Herria, donde hay espacio suficiente y que la promesa de acabar con la dispersión sea una realidad".

"Ya no hay problemas de espacio y si la ley dicta que los presos deben estar en el ámbito más cercano a su familia y entorno eso se solventa trayéndolos a Euskal Herria y eso solo se hace en casos puntuales. Lo que se hace es, a cuentagotas, dar un proceso de acercamiento pero no acabar con la dispersión cuando no hay problemas técnicos para hacerlo", ha valorado.

Por ello, ha considerado que "hay riesgo" de que afirmaciones como las del ministro "se queden solo en pronunciamientos públicos y eso no es cumplir con la palabra dada y genera además frustración en las familias".

Por otro lado, ha reconocido ser consciente de que "la derecha española y el PP utiliza esto como arma arrojadiza y objetivo político, pero hay cuestiones por encima de esos intereses".

COMPETENCIA

Con respecto a las críticas que el PP ha realizado al hecho de que el calendario de transferencias trasladado por el Gobierno central contemple la de prisiones, Urizar ha afirmado que se trata de "mensajes y estrategias políticas" que ya han llevado a cabo los populares en el pasado.

"Son ellos --el PP-- los primeros que dicen que hay que cumplir la legalidad y que afirman ser los mayores defensores del Estatuto, pero a su vez ponen trabas y amenazan cuando solo se plantea hacer lo que una ley orgánica tiene ya aprobado", ha indicado, para añadir que se está hablando además de la transferencia de la gestión de prisiones, no de la política penitenciaria.

HERENEGUN

Cuestionado por la retirada del programa educativo 'Herenegun', Urizar ha considerado "lógico" que se haya tomado esta decisión ya que no "se puede plantear una cuestión de esas poniéndola encima de la mesa y que el resto de grupos seamos convidados de piedra".

Asimismo, ha recordado que entre los socios del propio Gobierno vasco tampoco ha habido acuerdo y, por ello, "el que se lo tiene que hacer mirar es el PNV".

"El PNV lo ha puesto encima de la mesa con su propio estilo. En estas cuestiones hay que actuar con mucho tiento", ha sostenido, para añadir que "nuestros hijos lo van a tener mejor que generaciones pasadas pero debemos tener el respeto para todos los que han podido ser parte de este conflicto violento y da la sensación de que a veces se quiera imponer un único relato".

PINTADAS

Por último, y en referencia a las pintadas de apoyo a presos de ETA aparecidas este domingo en sedes de PNV, PP y PSE, las ha calificado de "tics del pasado que de alguna manera demuestran que todavía hay un sector o unas personas minoritarias que anhelan épocas pasadas".

"Afortunadamente entiendo que son los últimos coletazos. En otras sociedades también suele haber pintadas o reacciones de este tipo, pero cada día la sociedad da menos importancia a estas cuestiones. Puede ser un engorro pero la gente ya no le da importancia porque no se refleja la realidad actual. No se soluciona nada y no ayuda a pasar al nuevo escenario donde se sitúa la mayoría de la sociedad vasca", ha finalizado.