Gdansk (polonia) - Lech Walesa, expresidente de Polonia (1990-1995), fundador del sindicato Solidaridad en plena época de dominación soviética y Premio Nobel de la Paz en 1983, recibe a DIARIO DE NOTICIAS en su despacho en el Centro Europeo de Solidaridad, en la ciudad de Gdansk. A sus 75 años muestra su visión del futuro de Europa y de los retos que Polonia tiene ante sí, para seguir apostando por la integración europea.

Usted fue un luchador por la libertad y los derechos de los trabajadores en la época dura del comunismo polaco. ¿Considera que en la actualidad sigue siendo necesaria la lucha para conseguir un cambio en la sociedad?

-Cuando se desea un cambio, el ser humano ha demostrado a lo largo de toda su existencia tener una capacidad asombrosa para lograrlo, ya sea en Polonia, en Europa o en cualquier parte del mundo. Si se desea comenzar a reconstruir el mundo, si se está dispuesto a trabajar duro y si se quiere un cambio de verdad, el punto de partida pasará por sentarse y dialogar sobre lo que se desea cambiar. Actualmente, en Europa hemos derribado casi todas las fronteras, se ha introducido una moneda única, los ciudadanos pueden trabajar en cualquier país de Europa, si así lo desean. La tecnología que hemos creado ha traspasado fronteras, y debemos seguir cooperando todos juntos en la forma que lo estamos haciendo para el progreso común. Pero, para ello, debe haber diálogo entre todas las partes, se debe analizar la situación y estudiar si los actuales esquemas políticos son adecuados para los nuevos tiempos, teniendo en cuenta que los citados esquemas se crearon para pequeñas unidades territoriales. La Guerra Fría creó dos grandes bloques políticos, pero hoy hablamos de un único bloque. Lo que hay que preguntarse ahora es si las estructuras con las que convivimos ahora son adecuadas a las nuevas necesidades. Los dos grandes bloques políticos se crearon para controlarse el uno al otro, y para la situación política que tenemos hoy hemos creado otras herramientas de control, como son la ONU y su Consejo de Seguridad. Pero cabe preguntarse si estas organizaciones son adecuadas para la situación actual, si nos están ayudando.

¿Hacia dónde cree que se dirige el futuro de Europa con esta nueva corriente populista de extrema derecha?

-Todos estamos buscando nuevas soluciones para la nueva situación en la que nos encontramos. Algunas personas buscan recuperar antiguas soluciones del pasado y otras proponen nuevas ideas pensando en el futuro. Lo cierto es que los políticos no están presentando soluciones adecuadas para los tiempos actuales. Sin embargo, las sociedades reclaman cambios y la espera se les hace muy larga. Es por ello que pueden optar por elegir a personajes como Donald Trump en los Estados Unidos, o Jaros?aw Kaczy?ski en Polonia. Estamos viviendo el inicio de una nueva era, la de la globalización, la integración y la información, y debe haber una programación adecuada para esa nueva era. Hoy en día vivimos a caballo entre dos épocas, una que ya pasó y la otra que no ha emergido completamente, a este período de transición me gusta llamarlo “la era del mundo”. Para conseguir explotar al máximo la nueva era, necesitamos en primer lugar un gran diálogo y muchos acuerdos, y desde allí debemos establecer programas para la nueva era con el fin de encontrar las soluciones para el futuro. En segundo lugar, debemos decidir cuál es el sistema económico que sugeriremos para esta nueva situación y cómo vamos a adaptarnos en la nueva era de Internet, cómo manejar las falsedades emitidas todos los días por la clase política. Estos son los retos que la generación joven tiene que afrontar.

¿Cómo cree que evolucionará la Unión Europea, ahora amenazada por el brexit, los procesos de independencia, los etnocentrismos, y todo ello en un mundo cada vez más globalizado?

-Esta es una de las cuestiones que debemos plantearnos, y la solución pasa por crear una serie de estructuras nuevas para conseguir el bien común. La sociedad ha cambiado mucho en los últimos años, y las estructuras políticas que han existido hasta finales del siglo XX ya no sirven. Ahora que tenemos tecnología, internet, móviles o aviones tenemos que pensar en estructuras mucho más grandes, ya que la sociedad del conocimiento actual no es posible confinarla a un pequeño territorio nacional. Y esta es la razón por la que necesitamos instancias de nivel superior, como la UE o la ONU, aunque considero que estas instituciones deberían ser reformadas.

¿Qué papel ejercerá Polonia en la Unión Europea en relación con los flujos migratorios?

-Hasta hace bien poco las fronteras de los países estaban delimitadas por barreras físicas. Ahora que poco a poco estamos eliminando estas barreras, nos damos cuenta de que lo hemos conseguido a partir del diálogo, del desarrollo y de la creación de una comunidad política de derecho constitucional, como la UE. Los ciudadanos ya no necesitan emigrar cuando les garantizamos protección, trabajo y la eliminación de cualquier frontera entre los países de una misma unidad territorial. Para reflexionar sobre esta situación deberíamos observarla desde la altura, con una visión general, y así podremos pensar qué tiene que ofrecer Polonia a la UE y qué puede hacer Polonia en relación con los flujos migratorios. Dios no nos ha bendecido con el mejor clima posible, por lo que la gente no vendrá aquí para tomar el sol. Sin embargo, estamos en el centro de Europa y Polonia es el camino más corto en cualquier dirección, por lo que debemos identificar lo que tenemos para explotarlo al máximo. Polonia es un país repleto de reservas naturales, bosques, flora y fauna, por lo que deberíamos fomentar todos aquellos sectores relacionados con nuestras riquezas naturales. Debemos cambiar nuestra forma de pensar, nuestra planificación y nuestras organizaciones. Y los cambios no los conseguiremos por la política de lucha, sino mediante un desarrollo sostenible.