MADRID. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha optado por marcar distancias con el independentismo al dar por perdido el debate presupuestario que comienza este martes, y en un momento en el que maneja convocar las elecciones generales para el mes de abril.

Consciente de que sin cuentas será difícil alargar la legislatura, Sánchez ha enviado varios mensajes a los independentistas, que viven hoy no solo el debate presupuestario, sino también el inicio del juicio del "procés".

Lo hace, además, un día después de saberse que maneja el 14 de abril como posible fecha para unas elecciones generales, aunque no se descarta el 28 de abril.

En una reunión celebrada ayer en La Moncloa, Sánchez y sus colaboradores debatieron ambas fechas, aunque la mayoría de los asistentes apostaban por la del 14, según han asegurado a Efe fuentes del Ejecutivo.

Y aunque los independentistas ya han dejado claro que no van a apoyar las cuentas, el Ejecutivo cree ahora que dicho apoyo, de producirse, sería incluso perjudicial para sus intereses.

Por todo ello, Sánchez ha dejado clara su estrategia de distanciamiento. Y coloca a los independentistas en el mismo lugar que la derecha, el de la confrontación.

"Viven mejor en la confrontación. Tienen miedo al diálogo", dice Sánchez en uno de los mensajes que ha escrito esta mañana en Twitter, en el que subraya que los socialistas han defendido en todo este tiempo un diálogo con el soberanismo catalán enmarcado en la Constitución.

Apunta así que el PSOE propuso una comisión de política territorial en el Congreso y una Mesa de partidos catalanes en el Parlament. Y lamenta que "las derechas nunca participaron" mientras el independentismo "nunca creyó en ellas".

El presidente critica en otro de sus mensajes a independentistas y a la derecha por votar en contra de las cuentas, y considera que "ambos" quieren "lo mismo: Una Cataluña enfrentada a sí misma y una España enfrentada a sí misma".

Y de nuevo contrapone esta estrategia con la suya, al asegurar que los socialistas están trabajando "por una Cataluña en convivencia para una España unida".

Tras todos estos reproches, Sánchez concluye con un mensaje que bien puede enmarcarse en la precampaña electoral.

"La moción de censura supuso un cambio de época: si queremos conquistar el futuro como país, la España cabal, moderada y progresista, debe dar un paso adelante. Dará un paso adelante", dice el presidente en lo que parece una llamada a sus potenciales votantes.

EL GOBIERNO EN PLENO ARROPA A SÁNCHEZ Los diecisiete ministros del Gobierno respaldan este martes al presidente, Pedro Sánchez, en el debate de las enmiendas a la totalidad de los presupuestos que ha comenzado en el Congreso con el juicio del procés y la de posibilidad de un adelanto electoral en abril como telón de fondo.

Sánchez, que a su llegada a la cámara no ha hecho declaraciones, podría decidir mañana si el proyecto presupuestario es devuelto al Gobierno, la convocatoria de elecciones o seguir gobernando con decretos ley y los presupuestos prorrogados de Mariano Rajoy.

"Espero que haya presupuestos mañana, si no ya saben lo que ha dicho el presidente", apuntaba en el patio el portavoz adjunto del grupo socialista, Rafael Simancas, mientras que el portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano, insistía en que su formación dialogará hasta el final.

En un crispado clima político y con el diálogo roto con los independentistas catalanes, el presidente ha utilizado su cuenta de Twitter para reprochar tanto a los partidos de la derecha como al independentismo catalán su rechazo a los presupuestos y les ha acusado de querer lo mismo, una Cataluña y una España "enfrentadas a sí mismas".