Bruselas - El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, condicionó ayer una extensión corta de las negociaciones sobre el brexit a que la Cámara de los Comunes británica ratifique la semana próxima el acuerdo de retirada cerrado entre Londres y Bruselas, y que ya ha rechazado dos veces.

“A la luz de las consultas que he tenido los días pasados (con líderes de la Unión Europea), creo que una extensión corta será posible, pero estará condicionada a un voto positivo del acuerdo de retirada en la Cámara de los Comunes”, manifestó Tusk en una declaración ante la prensa tras hablar por teléfono con la premier británica, Theresa May.

Añadió, por tanto, que la duración de esa prolongación “sigue abierta”, a pesar de que May solicitó en su carta al propio Tusk retrasar el brexit hasta el 30 de junio de este año. “La propuesta de la primera ministra May del 30 de junio, que tiene sus aspectos positivos, crea una serie de interrogantes de naturaleza legal y política. Los líderes discutirán esto mañana”, indicó el político polaco. Los líderes de los veintisiete países que seguirán en la UE tras la salida británica, que deben dar luz verde a ese retraso por unanimidad o rechazarlo, tienen previsto analizar esa cuestión en la reunión que comienza hoy en la capital belga. La fecha propuesta por May resulta problemática si el Reino Unido, como ha adelantado ella misma, decide no celebrar comicios al Parlamento Europeo, que tendrán lugar entre el 23 y el 26 de mayo en el resto de Estados miembros. Según las normas comunitarias, todos los países miembros de la UE están obligados a organizar la votación al Parlamento Europeo en su territorio y si se diera luz verde a una prórroga hasta el 30 de junio, el Reino Unido estaría violando la legislación si no celebra elecciones, a pesar de que el 2 de julio, cuando se constituye la próxima Eurocámara, ya no pertenecería a la UE. En su carta, May también señaló que “en este momento” no prevé una cumbre extraordinaria la semana que viene para dar luz verde al retraso del brexit. - Efe