pamplona - La firma del final de legislatura se llevó a cabo en un acto sencillo en el Salón Verde del Gobierno de Navarra, y rápido, apenas 35 minutos en total. Y tras hacer una breve valoración del momento electoral y de la legislatura, la presidenta dio respuesta a todas las preguntas de la prensa.

Toca hacer balance de la legislatura. ¿Qué destacaría en los pros y los contras?

-Hemos tenido sucesos de toda índole bien significativos, pero en el balance del haber destacaría el de la estabilidad política. Más allá de las tensiones resueltas es el momento más estable desde el inicio de la crisis. Y esto es importante porque la estabilidad permite acometer con solvencia los retos de toda institución en respuesta al interés general. Y en el debe el hecho de que ha sido una legislatura representada por fuerzas políticas que no habían tenido responsabilidad en el seno de las principales instituciones de la Comunidad Foral. Eso ha supuesto que hemos tenido que trabajar, en muchas ocasiones, desde el inicio de la experiencia. No ha dado tiempo a acometer ese plan ambicioso que era el acuerdo programático, pero sí las lineas básicas, sí muchos de sus retos más profundos. En ese sentido esa sensación de satisfacción convencida, pero también la convicción de que será necesario más tiempo y revalidar la posibilidad de seguir trabajando en la misma línea.

¿En qué está Navarra hoy mejor que hace cuatro años?

-La estabilidad política era importante y lo hemos visto con el Gobierno del Estado. En tantas negociaciones esenciales para el Gobierno de Navarra hemos conocido al otro lado de la mesa cuatro gobiernos diferentes, y probablemente conozcamos al quinto, tres elecciones generales y una moción de censura. Es decir, no es una boutade cuando hablamos de estabilidad porque es aquello que permite que las instituciones trabajen de manera coordinada con las necesidades de la sociedad. Más aún, hemos ordenado las cuentas, que no lo estaban, y lo hemos hecho en momentos de crisis. Quiero recordar que recientemente Standard & Poor’s hacía una reflexión en torno a la situación de confianza crediticia señalando que Navarra debiera estar un escalón por encima. Sin embargo, las normas de la agencia no lo permiten, que una comunidad esté dos puntos por encima de la situación de confianza de un Estado. Por lo tanto, Navarra ha conseguido llegar a un tercer escalón más en este tiempo, no está recogido de forma oficial, pero sí en los propios informes de Standard & Poor’s. Además, hemos visto cómo se ha contenido la deuda, pero no ha evitado que hayamos hecho un trabajo importante en la reversión de algunos de los recortes que en el momento de la crisis se habían vivido. Y no solo recortes, también trabajo importante en la inversión que debe sostener el crecimiento a futuro de nuestra comunidad y por tanto de las próximas generaciones. Entre otros, hemos recuperado al alza la inversión en I+D+i desde políticas de gobierno con enorme ambición. Lo hemos hecho también en momento de justeza financiera porque la crisis continua, en esto no nos podemos engañar. Y en ello hemos concernido al sector privado que ha acompañado a las iniciativas publicas.

¿Teme que las críticas de la oposición y algunos empresarios a la política fiscal puedan afectarles electoralmente?

-Las políticas fiscales son siempre elementos de tensión, pero esa tensión viene dada por una situación de falta de puesta en valor de las políticas fiscales que se ha producido no solo en Navarra y en el Estado, sino en el conjunto de la política europea durante los últimos años. Son muchas las voces en el seno de la política española y europea que están advirtiendo ya de la necesidad de que de manera conjunta asumamos la urgencia de repartir de manera progresiva, equitativa y justa el esfuerzo de tener una sociedad europea. Ya hemos respondido recientemente a alguna propuesta de rebajas de impuestos. Frente a lo anterior de apretar a las empresas no por la vía fiscal directa, pero sí indirecta en el retraso de la devolución del IVA o el aplazamiento de las cuentas, en estos años Navarra inyecta de manera rápida y eficaz liquidez a la empresa desde el sector público. Y eso revierte de manera positiva en la empresa. Si la ciudadanía navarra prefiere tener una política fiscal más relajada y por lo tanto una sociedad más débil, más desigualdad y sin capacidad de enfrentarse de manera civilizada a los retos de futuro y hacerlo en los mismos términos que las potencias europeas, estaríamos equivocados. Nosotros creemos que es lo que la sociedad necesita y es lo que hemos ofrecido.