Pamplona - Un “gobierno a la portuguesa” donde el PSOE cuente “con apoyos externos” de Unidas Podemos y otras fuerzas como el PNV. Pedro Sánchez tiene en mente liderar un Ejecutivo en solitario con respaldos puntuales, aunque necesite de otras fuerzas para de entrada ser investido nuevamente como presidente. También apela a la “geometría variable”, es decir, a pactos distintos con varias fuerzas políticas para que salga adelante la investidura y haya una legislatura estable en los próximos cuatro años. Ayer fue el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, el primer miembro del partido en poner siglas a las posibles patas en las que puedan apoyarse los socialistas, en concreto las de la marca de los círculos y las de la formación jeltzale, “con quien estamos gobernando juntos en el País Vasco, aunque a algunos se les olvida. Habría un gobierno estable con la compañía principal de Podemos y la complicidad eventual del PNV y otros”, sostuvo Iceta. El precedente luso obedece a que allí, en 2015, el Partido Socialista, con António Costa como primer ministro, gestó un cambio de rumbo enterrando a las derechas gracias a un pacto con el Bloque de Izquierdas, la coalición entre el Partido Comunista y el Partido Ecologista de Los Verdes, y hasta con el Partido por los Animales y por la Naturaleza, que de hecho ha corregido el rumbo de Portugal.

erc, fuera de la ecuación Iceta no incluyó a ERC en la ecuación porque “difícilmente podremos hacer cosas estables con ellos hasta que no haya sentencia por el 1-O” o “hasta que no haya elecciones en Catalunya y sepamos quién manda dentro del mundo independentista”. Por su parte, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ahondó en que el PSOE tiene la “vocación” de gobernar “en solitario” porque con 123 escaños cuenta con un grupo parlamentario “estable” que le permitirá apoyarse en unos partidos u otros en función de las iniciativas que quiera sacar adelante, bajo la fórmula de la “geometría variable”.

Celaá confía en que los resultados del 28-M ejerzan una especie de “terapia” sobre PP y Ciudadanos que les lleve a adoptar una posición “más razonable” después de meses de ejercer una oposición caracterizada por las “crispaciones”, los “insultos” y con “mucha tensión innecesaria”. Pero se mostró escéptica ante la posibilidad de que estas dos fuerzas se abstengan para favorecer la investidura de Sánchez, como le gustaría a la patronal de empresarios. “Ellos verán”, reseñó. Celaá reiteró que el presidente se va a “tomar el tiempo necesario” para “explorar” de qué manera saca adelante la investidura y garantiza “la mejor administración y gobernanza para el país, teniendo como punto de partida las acciones concretas de su programa”.

La voluntad de los socialistas es “trabajar por el diálogo con todos y y el acuerdo. Hay tiempo para ir explorando”, indicó la ministra, al menos hasta el 21 de mayo que es cuando se configuran las mesas del Congreso y el Senado y eso “dará algo de orientación” sobre las posibles alianzas.