pamplona - Pedro Sánchez y Pablo Iglesias iniciaron ayer el diálogo para alcanzar un pacto entre el PSOE y Unidas Podemos que permita a España estar gobernada por la izquierda, y lo hicieron en una reunión de más de dos horas marcada por el entendimiento y la voluntad de acabar llegando a un acuerdo estable. Juntos suman 165 diputados frente a los 149 del bloque de la derecha.

Después de varios días de tensión, en los que el PSOE apostó por gobernar en solitario e Iglesias llegó a plantearse no acudir a esta cita en la Moncloa, las aguas volvieron a su cauce. El presidente del Gobierno en funciones y el líder de Podemos salieron bastante satisfechos de este encuentro y con un primer objetivo claro: pactar una Mesa del Congreso de mayoría progresista.

El control de este órgano por parte de la izquierda garantizaría que la agenda legislativa progresista pueda salir adelante sin bloqueos, a diferencia de lo que ha sucedido en este último tramo de la legislatura, indicaron fuentes del Ejecutivo. De esa negociación se encargarán en cualquier caso Adriana Lastra, por parte del PSOE, e Irene Montero, por Unidas Podemos.

La reunión con Iglesias fue la última de la ronda de contactos de Pedro Sánchez, que ayer por la mañana recibió en la Moncloa a un Albert Rivera que, lejos de buscar acuerdo alguno, dejó claro al jefe del Ejecutivo en funciones que no facilitará su investidura pese a la sugerencia de el lunes de Pablo Casado.

Sin embargo, en el encuentro con el líder de Podemos, ambos pusieron en valor el trabajo conjunto de los últimos diez meses de legislatura y mostraron su voluntad de seguir por ese mismo camino de cooperación y entendimiento, aunque no han concretado con qué fórmula lo harán.

“Si en algo nos hemos puesto de acuerdo es que vamos a trabajar para ponernos de acuerdo”, dijo Iglesias en rueda de prensa, en la que reconoció que las posiciones de partida son distintas -él quiere un Ejecutivo de coalición y Sánchez gobernar en solitario-, pero se mostró “optimista” con el pacto que se acabe alcanzando.

Iglesias destacó que en estos meses de colaboración Sánchez y él han sido capaces de construir una “relación de confianza” que ahora les permite tratarse con “franqueza y empatía”, y aventuró que llevará “mucho trabajo” y un tiempo largo ponerse de acuerdo pero ese pacto -confió- llegará con “prudencia”, “discreción” y “tranquilidad”.

Y sobre la posibilidad de que el pacto se extienda a más fuerzas políticas, Iglesias dijo que también comparte con Sánchez que “hay que estar dispuestos a hablar por todos” y que la expresión “multipartidista” que han elegido los ciudadanos se traduzca en un diálogo.

Ninguna de las partes concretó cómo será ese futuro acuerdo ni si incluirá una cesión de ministerios a Podemos. Habrá que esperar como poco hasta después de la Constitución de las Cortes, prevista para el 21 de mayo, para nuevos contactos, según fuentes del Ejecutivo.

En cualquier caso no solo los mensajes, también la gestualidad fue clarificante en el caso de Iglesias, a quien Sánchez recibió con una sonrisa y una palmada en la espalda de socio preferente, que dejó atrás aquel Iglesias guerrero y exigente que en 2015 le pedía al Pedro Sánchez una vicepresidencia. - D.N.

El Post-it

Caso Villarejo. El juez que investiga el caso Villarejo en la Audiencia Nacional pidió ayer a la Policía un informe sobre los medios de comunicación que publicaron “directamente y por fuente propia” noticias que pudieran haber salido del móvil robado a Dina Bousselham, la asesora de Pablo Iglesias. Asimismo, citó a declarar mañana como investigado al periodista que fue subdirector de Interviú, Luis Rendueles, por un presunto delito de revelación de secretos del líder de Podemos.