Unidas Podemos afronta las elecciones del 26 de mayo con vocación de resistencia. Sin opciones de ser primera fuerza en ninguna autonomía y sin la influencia de antaño en los ayuntamientos del cambio, Pablo Iglesias confía en sumar con el PSOE para así tener más poder de negociación en España. “Estas elecciones van a ser muy importantes en clave estatal”, dijo el líder de Podemos en la pegada de carteles del 26-M, en la que pidió el apoyo para su partido porque, abundó, “del resultado de las municipales, autonómicas y europeas va a depender en buena medida que tengamos un gobierno de izquierdas de verdad”.

La dirección estatal puso toda la carne en el asador el pasado 28 de abril en unas elecciones que rebajaron a Unidas Podemos a cuarta posición con 42 diputados en lugar de 71, aunque con opciones de formar gobierno con el PSOE. Salvado ese trance, en esta segunda vuelta la formación morada sabe que no tiene grandes batallas que ganar y parece esperar a que el tiempo pase para intensificar los contactos con el PSOE de cara a una investidura el 27 de mayo.

La agenda de Pablo Iglesias en esta segunda campaña es tranquila. De entre las ciudades que visitará Pablo Iglesias en esta campaña electoral, solamente una, la Barcelona de Ada Colau, es un referente de las denominadas “alcaldías del cambio”.

Si en 2015 las candidaturas populares apoyadas por Podemos lograron el poder en Madrid, Zaragoza, Cádiz, Santiago de Compostela o A Coruña -además de sumar en Valencia con Compromís-, en esta ocasión la presencia de los de Iglesias ha perdido fuelle o incluso ha desaparecido, y eso que Podemos aspiraba a forzar la presencia de su marca en la papeleta.

Podemos, que no logró entenderse con Manuela Carmena por los puestos que debían ocupar en la lista los afines a Iglesias, no se presenta a las elecciones en la capital, donde ha pedido el apoyo expreso para esa lista y también la de Madrid en Pie, liderada por el edil de IU díscolo Carlos Sánchez Mato. En Zaragoza, Podemos presenta junto a Equo la lista de Violeta Barba alternativa a la del alcalde Pedro Santisteve, en un giro que convierte en muy probable que el Ayuntamiento vuelva a manos del PSOE.

En Galicia, las aguas de las mareas también han andado revueltas aunque el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, sí es próximo a Iglesias y el secretario general estará en Ferrol con el alcalde Jorge Suárez.

Parecía dispuesto Pablo Iglesias a hacer una parada mañana en Cádiz, donde las encuestas dan por hecho que el anticapitalista José María González Kichi revalidará. Pero al final no irá allí sino a Sevilla, donde el socialista Juan Espadas tiene prácticamente asegurada la reelección.

IU, con 2.371 concejales según la formación, luchará en estos comicios por mantener su poder municipal, con Zamora como única capital de provincia que gobierna, aunque su alcalde, Paco Guarido, es contrario al pacto con Podemos defendido por el coordinador federal, Alberto Garzón.

De las doce comunidades en juego el próximo 26-J (todas salvo Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana, la CAV y Galicia), Podemos parte sin opciones reales de ser primera fuerza en ninguna, aunque aspira a ser clave en territorios como Aragón, Murcia, las Islas Baleares, Castilla-La Mancha o Canarias. El objetivo es garantizar que el PSOE no necesite la ayuda de Cs para estar en los gobiernos y que mire a Podemos, que quiere vincular esos pactos con la negociación estatal con Pedro Sánchez.

La batalla por la Comunidad de Madrid, que podría pasar a manos del PSOE tras 24 años como bastión popular, es espinosa para Podemos, pues allí la formación de Pablo Iglesias compite contra su ex número dos, Íñigo Errejón, consciente de que la escisión le pasará factura.

Podemos no ha logrado pactar con IU en siete de los doce territorios que van a las urnas el 26M: en Asturias, Cantabria, Navarra, Aragón, Castilla y León, Murcia y Canarias la formación de Pablo Iglesias no tiene listas de unidad con Alberto Garzón.

En mayo de 2014, meses después de su creación, Podemos dio la sorpresa en unas elecciones europeas en las que obtuvo 5 eurodiputados y más de 1,2 millones de votos. Cinco años después, Podemos presenta a la profesora María Eugenia Rodríguez Palop para defender los principios del antifascismo en una Europa amenazada por la extrema derecha.

Una vez pase la cita electoral, la dirección de Podemos se volcará en su principal objetivo para 2019: lograr que la formación entre en el gobierno del Estado, un lugar desde el que aspira a resistir y rearmarse.