pamplona - El ex primer ministro francés Manuel Valls cargó con dureza contra Ciudadanos (Cs) por su actitud “irresponsable” y “sectaria” al buscar el “cuanto peor mejor”. Valls rompió ayer su silencio en una rueda de prensa en el Ayuntamiento de la capital catalana tras la ruptura con Ciudadanos y la decisión del exministro socialista y miembro de su candidatura, Celestino Corbacho, de sumarse a la formación naranja. “Cuando hace un año me instalé en Barcelona, Ciudadanos era un partido liberal, progresista, europeísta y centrado, pero poco a poco el partido con el que compartí muchas cosas se convirtió en algo diferente. Ciudadanos se ha convertido en el partido que ahora pacta de hecho con una formación reaccionaria y antieuropea. No vale esconderse detrás del PP”, resumió.

El exsocialista descartó crear un nuevo partido en Catalunya, pero insistió en que quiere contribuir a la construcción de una estrategia constitucionalista unitaria, algo que, admitió, va a ser difícil por las “discrepancias” entre las formaciones contrarias a la independencia.

Valls fue muy duro con el que hasta hace tres días era su socio, Ciudadanos, partido al que acusó de tener una actitud “irresponsable” y “sectaria” al buscar el “cuanto peor, mejor” en Catalunya: “Y no, cuanto peor, peor”, advirtió. “No se puede pintar siempre España en blanco y negro. Se dice liberal, progresista y europeísta, pero Cs se ha convertido en el partido que pacta de hecho con un formación inliberal, reaccionaria y antieuropea”, sostuvo, refiriéndose a los pactos “indirectos” de los naranjas con Vox en Andalucía y, ahora, Madrid.

En este sentido, desveló que “lo único” que frenó su ruptura con Ciudadanos tras el acuerdo en Andalucía fue su “compromiso” con Barcelona, al que ahora quiere contribuir desde la “fuerza de la coherencia, los valores y la ética que muchos han olvidado”.

Para Valls, la conversión de Cs en un partido que se ha inmerso en la “lucha de derechas” ha dejado “huérfanos” a muchos de los votantes que apostaron por Inés Arrimadas en las elecciones catalanas de 2017, convocadas tras la declaración unilateral de independencia y la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya.

Pese a las consecuencias que ha acarreado, se ratificó en su apoyo a Ada Colau para que fuese reelegida alcaldesa de Barcelona el pasado sábado, ya que de este modo se ha “frenado el paso” al candidato de ERC, Ernest Margall, cuyo objetivo es “convertir” la capital catalana en la “palanca de la independencia”: “Hicimos historia”, insistió. “Se trataba de decidir o no. Si Barcelona se resignaba a tener un alcalde independentista, cuyo desenlace parecía inevitable por la falta de firmeza del ámbito constitucionalista”, reprochó Valls a la formación naranja por su “falta de responsabilidad política”. El exministro francés defendió su posicionamiento en que Colau y Maragall “no son lo mismo”, aunque calificó de “lamentable” y “reprobable” la decisión de la alcaldesa de volver a colocar un lazo amarillo en la fachada del consistorio barcelonés. - D.N.

madame colau. Un hombre se hace una foto ante un grafitti que representa a la alcaldesa Ada Colau como madame Colau, en referencia al apoyo a su investidura del ex primer ministro francés Manuel Valls, que ha aparecido en una callejuela cercana el Ayuntamiento de Barcelona. En la obra, atribuida al artista urbano TVBOY, Colau viste al estilo parisino y enarbola una bandera francesa con el lema Viva la resistencia. Foto: Efe