pamplona - La presencia de Pablo Casado en Navarra empieza a ser algo habitual. El presidente del PP hizo ayer su cuarta visita exprés a Pamplona -también estuvo en marzo, abril y mayo- para repetir el mensaje de siempre, aderezado lógicamente con los matices propios de la actualidad política. Pero sin salirse de ese manido guión de que “los independentistas” y los “herederos” de ETA no pueden tener ninguna capacidad de influencia en la gobernabilidad de Navarra que, en cambio, defiende que dependa de un partido como el suyo, condenado por corrupción y con centenares de exdirigentes implicados en procedimientos judiciales derivados de su presunta mala praxis política.

En compañía del presidente de UPN, Javier Esparza, el discurso de Casado aportó la novedad de utilizar Navarra para justificar los acuerdos del PP con Vox. “Se está instalando una cierta equidistancia falsa entre otros partidos y Bildu”, dijo el líder del PP, quien considera que sí se puede contar con la formación ultraderechista, pero no con la soberanista. “A nosotros no nos gusta Podemos, pero no han sido herederos de formaciones criminales en cuanto a su brazo político, y hay algunos a los que puede que no les guste Vox, pero a lo mejor olvidan que en Vox está Ortega Lara, no está Josu Ternera”, añadió Casado en defensa de los pactos que el PP está firmando con la extrema derecha.

eleva la presión al psoe Casado aprovechó también las dificultades que tiene el PSOE para investir presidente a Pedro Sánchez para volver ofrecer a los socialistas los dos votos de Navarra Suma que, sin embargo, su propio partido se los niega. “Queremos poner el foco sobre lo que está pasando aquí y decirle a Sánchez que si quiere seguir defendiendo la Constitución, la unidad nacional y la libertad de todos los españoles puede todavía pactar con Navarra Suma y evitar que el acuerdo del Parlamento se extienda al Gobierno foral”.

A su juicio, en el pleno del miércoles en el Parlamento, donde el apoyo del PSN sirvió para que Geroa Bai tenga la presidencia del Parlamento, se vio “claramente” que “se llegó a un acuerdo entre el Partido Socialista y Bildu para la Mesa del Parlamento que puede tener un segundo capítulo, que es la gobernabilidad en Navarra”. No obstante, subrayó que “aún puede impedirse” que se materialice un pacto entre las fuerzas alternativas a la derecha. Para ello, propuso a Sánchez, “olvidar” lo ocurrido en la constitución de la Mesa de la Cámara y le emplazó a buscar pactos para conformar los gobiernos España y de la Comunidad Foral mediante un acuerdo con Navarra Suma.

Dicho esto, advirtió al presidente en funciones del Ejecutivo español que no puede “comprar” un gobierno “vendiendo” Navarra. Además, Casado tildó de “inmoral” el gobierno que va a negociar el PSN con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra, que precisa la abstención de EH Bildu, porque significa “hacerlo vendiéndoselo a aquellos que no han condenado la violencia etarra”.

En el Parlamento, sin saludar al presidente. Pablo Casado acudió ayer al Parlamento de Navarra en una visita breve comunicada solo unos minutos antes a través de un asistente de UPN a uno de los policías forales que custodian la institución y sin saludar siquiera al presidente de la Cámara. “Considero que desde el punto de vista de la cortesía deja bastante que desear”, dijo el recién elegido presidente del Parlamento, Unai Hualde sobre las formas utilizadas por el líder del Partido Popular.