Pamplona - Fue una reunión corta, casi protocolaria, pero de enorme calado. PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra comenzaron ayer la negociación de un programa de gobierno para la próxima legislatura. La cita apenas duró media hora. Tiempo suficiente para que los socialistas trasladaran a sus posibles socios un documento base con medidas para los próximos cuatro años, y que fue muy bien acogido. “La palabra que define el encuentro de hoy es optimismo”, resumió tras el encuentro el secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz.

El próximo jueves se volverán a reunir para contrastar las impresiones de cada parte y, a partir de ahí, diseñar un sistema de trabajo que permita acordar las medidas y cerrar un acuerdo antes de San Fermín. Para después de las fiestas quedaría la composición del Gobierno, con la segunda quincena de julio como fecha para una posible investidura.

Fechas en el calendario más optimista del PSN, pero que ayer por primera vez parecieron posibles tras un encuentro “cordial”, “intenso” y “positivo”, en palabras de los propios interlocutores. Las cuatro fuerzas se reunieron a las cinco de la tarde en el Parlamento, a donde los socialistas acudieron con un documento de 40 páginas que servirá como base de la negociación programática.

Consta de una introducción, diez líneas políticas clave para desarrollar los próximos años y un programa de trabajo más desarrollado. Se priorizan áreas como las políticas sociales, la educación o la memoria histórica, y se esboza un primer planteamiento en ámbitos como la política fiscal o la política lingüística. Y aunque en muchos aspectos se trata de planteamientos genéricos sobre los que edificar la negociación, también es una muestra de que no va a haber puntos insalvables. “Nos reconocemos totalmente en muchos de los planteamientos”, celebró el portavoz de Geroa Bai, Koldo Martínez.

De hecho, según explicó el PSN, el borrador programático “integra propuestas tanto del PSN como de Geroa Bai, Podemos e I-E”, es “posibilista y realista”, y quiere “integrar las diferentes voluntades de los diferentes partidos para llegar a un buen entente”. El borrador incluye también guiños a la labor realizada en aquellos ámbitos que han contado con el apoyo socialista, y a las que se quiere dar continuidad. Así como al propio acuerdo programático firmado en 2015, y que el PSN también pone ahora en valor. “Es un gesto importante, porque reconoce el trabajo previo realizado”, admitió el portavoz de Podemos, Mikel Buil.

Las dificultades Con la propuesta bajo el brazo, cada grupo asumió el compromiso de volver el jueves con aportaciones más concretas sobre las que empezar a debatir. “La próxima reunión será más larga”, ironizó Buil, que al igual que Marisa de Simón (Izquierda-Ezkerra), admitió que las dificultades van a llegar a la hora de tasar los desacuerdos y pactar su gestión a lo largo de la legislatura.

La actitud sin embargo es muy positiva. El fin de semana ha servido para pasar página de lo ocurrido en los ayuntamientos y en la Mesa del Parlamento. La imagen de ayer poco tenía que ver con la tensión que mostraban las reuniones de la semana pasada, y aunque todos los grupos asumían que habrá escollos en la negociación, el optimismo era generalizado en todas las partes.

Será sin embargo un proceso largo todavía. La Mesa del Parlamento dará hoy inicio a la actividad ordinaria con la creación de los grupos parlamentarios, y habilitará el mes de julio para el posible debate de investidura. Mientras, el presidente de la Cámara, Unai Hualde, dará comienzo mañana a los contactos con los portavoces para sondear una posible candidatura que de momento no es viable. Y que, pese a la buena voluntad mostrada ayer por los cuatro partidos sentados en la mesa, sigue necesitando al menos de la abstención de EH Bildu, que de momento queda fuera de la negociación. “Cualquier alternativa a la derecha sin EH Bildu es política ficción”, advirtió ayer Maiorga Ramirez.

Pero no parece que los socialistas vayan a cambiar su línea roja, que volvió a enfatizar desde Madrid el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, que reiteró que no hay negociación posible con los soberanistas. Un nudo que antes o después deberán resolver, unos y otros, para no hacer encallar la investidura de María Chivite, que avanza con paso firme, pero que convendría no retrasar demasiado. No vaya a ser que los problemas en la investidura de Pedro Sánchez en Madrid lleven al PSOE a cambiar de opinión sobre Navarra.

“Maya es alcalde gracias al PSOE”

Sin pactos con EH Bildu. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, insistió ayer en que su partido no ha pactado con EH Bildu en Navarra, y prueba de ello es que hay un alcalde de Navarra Suma en Pamplona, por lo que consideró injusto que se diga lo contrario por parte de los partidos de la derecha. El número dos del PSOE consideró que los socialistas, ante la “fama” que le da la derecha, podría pensarse pactar con Bildu y ya “de perdidos al río”, pero, defendió, no es eso lo que ha ocurrido. “Muestra de ello es el Ayuntamiento de Pamplona, donde el alcalde es de Navarra Suma porque así lo ha decidido el Partido Socialista”, argumentó. Por eso lamentó que tanto los populares como Ciudadanos arremetan contra el PSN por tratar de formar gobierno en Navarra con la abstención de Bildu, y reiteró que su partido no ha pactado ni piensa hacerlo con la formación abertzale. - Efe