Pamplona - El proceso de primarias para que los militantes elijan al nuevo secretario general de EA tras la renuncia de Pello Urizar está reabriendo el conflicto que ha permanecido latente en este partido desde 2017. En esta ocasión, el sector crítico está dispuesto a llevar hasta los tribunales su exigencia de que no se le hurte ningún dato sobre el censo de militantes y, muy en concreto, sobre el apartado de los exentos, aquellas personas que no pagan la cuota de partido por contar con un nivel bajo de ingresos que tiene que ser debidamente acreditado. Los coordinadores en Gipuzkoa, Álava y Navarra comparecieron ayer ante la prensa para aclarar su posición y dejaron ver que el desencuentro es más grave de lo que parecía, con acusaciones muy duras. Dijeron que puede haber gato encerrado en que la ejecutiva no quiera facilitar estos datos, y que el censo puede estar inflado y condicionar la designación de un nuevo secretario general.

Desde esta corriente, representada ayer por Mikel Goenaga, Iratxe López de Aberasturi y Miren Aranoa, dibujan un escenario de fractura absoluta, una formación dividida en dos, y las fuentes consultadas hablan de una ejecutiva paralela que tomaría decisiones a sus espaldas. Por eso los críticos piden paralizar el proceso de primarias, que no empiece a correr el plazo de dos meses para activarlo, y se aferran al pronunciamiento de la Comisión de Garantías, pero la ejecutiva ha abierto un expediente informativo a dos de sus miembros.

Esta situación es muy delicada porque podría dar pie a que, si continúa el proceso de primarias, el sector crítico no reconozca la legitimidad de la votación ni su resultado. Esta polémica lleva arrastrándose dos años y los críticos insinúan que la dimisión repentina de Urizar puede deberse a ella. Urizar ganó por un estrecho margen a Maiorga Ramírez en 2017, por 14 votos. Los críticos deslizaron que dimitió porque iban a llevarlo a la justicia ordinaria en una semana si no resolvía el asunto. Las fuentes consultadas calculan que el número de exentos en Bizkaia que no saben si han justificado su condición podría dar derecho ahora a cien compromisarios en el cónclave. En el fondo de este debate subyace una discrepancia política, porque los críticos quieren reforzar el papel de EA dentro de EH Bildu, y no diluir la sigla.

Sin embargo, fuentes de la ejecutiva consultadas por este periódico adelantaron que han propuesto celebrar el viernes una asamblea nacional extraordinaria que dará explicaciones a la militancia para que conozca con exactitud la situación y se tome una decisión colegiada, no unilateral ni a espaldas de nadie. Esta asamblea puede decidir si el proceso de primarias arranca y se celebra en septiembre, o se retrasa hasta diciembre, como piden los críticos. También puede hacer un emplazamiento a las partes. El secretario general interino, Joseba Gezuraga, explicó ayer a este periódico que “el debate debe reconducirse hacia los órganos del partido, y no llevarse a cabo en los medios de comunicación”. Defiende que el acceso a la base de datos en abierto no se puede permitir porque plantea problemas jurídicos. Se darán los nombres y apellidos, la localidad y su condición de afiliados. El sector crítico denunció en una rueda de prensa en San Sebastián la “opacidad” sobre el número de afiliados exentos y dejó caer que se intenta “ocultar algo”. - Miriam Vázquez