pamplona - Un año después de ser elegido presidente del PP, Pablo Casado ha abordado la primera remodelación interna y ha hecho una cúpula del PP a su medida, libre ya de los peajes y las cuotas que pagó al hacerse con el liderazgo. Una dirección con cambios de calado pero también simbólicos -pensando sobre todo en el debate territorial-, y que viene acompañada de los nombramientos de los portavoces parlamentarios. Sin rastro de sorayistas y prescindiendo de los afines a María Dolores de Cospedal y Alberto Núñez Feijóo, ha dibujado un partido en el que premia los perfiles duros de Navarra y la CAV, en concreto a Ana Beltrán, que rige los destinos del PP en la Comunidad Foral y que pasa a ser la número tres del partido como vicesecretaria de Organización, puesto que ha venido ocupando Javier Maroto, y Raquel González, presidenta del PP de Vizcaya, designada responsable de Política Local.

Beltrán parlamentaria foral desde 2011, fue en esta última legislatura, con el Gobierno de Uxue Barkos, cuando se significó especialmente en la Cámara navarra por su bronca oposición. Casado la llevó en la plancha por Madrid en las elecciones al Congreso.

González, también portavoz del Grupo popular en el Ayuntamiento de Bilbao, se erigió como una de las pocas valedoras de Casado en territorio vasco en las primarias, frente al sector fiel a Soraya Sáenz de Santamaría que lideraba Alfonso Alonso, y no tuvo reparos en aseverar que no despreciaba pactar con Vox si con ello lograba echar de las instituciones al PNV.

Las quinielas parlamentarias se cumplieron, y Casado nombró a Cayetana Álvarez de Toledo portavoz en el Congreso y a Javier Maroto portavoz en el Senado. Frente a quienes colocan a Álvarez de Toledo en el ala dura del PP o recuerdan su reciente pasado muy crítico con el partido y afín a Cs, Casado defendió el perfil “moderado y centrista” de la nueva portavoz, aunque también sus posiciones “firmes” en el debate político. Tampoco ha estado exenta de polémica la elección de Maroto por su designación como senador de Castilla y León, pero Casado consideró “injusto”, incluso “supremacista” este debate por preguntar a un político “de dónde viene o cuáles son sus apellidos”.

El líder del PP puso en valor en cualquier caso todos los nuevos nombramientos anunciados hoy para su nueva cúpula, entre los que hubo más de una sorpresa, como la entrada de Beltrán. Además, el madrileño Antonio González Terol asume la Vicesecretaría Territorial, que hasta ahora llevaba Vicente Tirado, hombre de confianza de la ex secretaria general del partido y valedora de Casado en la segunda fase de las primarias, María Dolores de Cospedal. Tirado no es el único del equipo de Cospedal que sale de la dirección, porque también lo hace Juan Ignacio Zoido, hasta ahora presidente del Comité Electoral. En su lugar Casado ha colocado a otra de sus más directas colaboradoras, Belén Hoyo.

Y Andrea Levy ya no será vicesecretaria de Estudios y Programas -área que desaparece- pero seguirá en la cúpula como presidenta del Comité de Derechos y Garantías del partido, sustituyendo a Rafael Hernando, que también sale de la cúpula.

En el nuevo Comité de Dirección hay otros estrenos como el del periodista Pablo Montesinos, fichaje estrella en la campaña y diputado por Málaga, a quien Casado ha nombrado vicesecretario de Comunicación en sustitución de la gallega Marta González. Aunque sale González entra otro gallego Jaime de Olano, como vicesecretario de una nueva área, Participación.

Estos son los principales cambios de la nueva dirección del PP, personas elegidas, según Casado, por su experiencia en gestión, sus perfiles profesionales y su compromiso con el partido. El líder del PP admitió, eso sí, que el debate territorial ha impregnado buena parte de sus decisiones.

Porque el hecho de que la nueva portavoz del Congreso sea la diputada por Barcelona y fundadora de Libres e iguales, o que el portavoz del Senado sea exalcalde de Vitoria “perseguido muchos años” por el terrorismo etarra, o que la vicesecretaria de Organización sea presidenta del PP navarro “da una pista de por dónde va a ir esta legislatura en materia territorial”, dijo.

Casado insistió en que ha diseñado un equipo para liderar la oposición, pero también que estará preparado para lo que llegue, incluidas unas nuevas elecciones. Recordó así la famosa frase de Pablo Picasso, “Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando”, para señalar que pase lo que pase pillará al PP listo y haciendo su trabajo.

El presidente del PP aseguró tener la “conciencia muy tranquila” por el hecho de que no se haya formado aún Gobierno, porque eso es responsabilidad de Pedro Sánchez y no de su partido. Defendió así el “sentido de Estado” que en su opinión, demuestra su partido, ofreciendo diálogo y pactos, mientras la izquierda “se pelea” por los cargos, pero ha reiterado también que su partido no va a abstenerse para facilitar la investidura de Sánchez, y mucho menos tras el pacto en Navarra donde los socialistas van a gobernar gracias a la abstención de Bildu.

Por otra parte, recordó su objetivo de aglutinar a todo el centroderecha en torno a su partido. Lo hizo cuando al apuntar que si hubiera repetición electoral habría que estudiar “cómo optimizar el electorado de centroderecha”. - D.N.