Roma - El capitán del Open Arms, Marc Reig, solicitó ayer a la embajada española en Malta que de asilo a los 31 menores rescatados en alta mar y designe un puerto para su traslado. Reig solicitó a la embajada que tramite el procedimiento de asilo de manera urgente, “dada la situación de incertidumbre en la que se encuentra el buque, que permanece sine die en aguas internacionales”.

El capitán asegura en su escrito a la embajada que los 31 menores “cumplen las condiciones para ser reconocidos como refugiados” e indica que esta situación ya se puso en conocimiento del Tribunal de Menores y de la Procuraduría de Menores de Palermo sin obtener respuesta. En la solicitud pide, además, que la Embajada española en Malta traslade al Gobierno esta situación para que admita su competencia como estado de pabellón del buque y “en atención a las especiales circunstancias que concurren en el caso, ordene a la autoridad correspondiente que organice su tramitación urgente, incluido el traslado de los menores” al lugar habilitado para ello.

La tensión sigue aumentando en el barco de la ONG Proactiva Open Arms, que evacuó ayer a Malta a ocho de los 159 inmigrantes que acoge a bordo desde hace doce días después de ser rescatados en el Mediterráneo Central. La embarcación humanitaria se encuentra actualmente a unas 29 millas de las costas de la isla italiana de Lampedusa (sur), pero no puede entrar en su puerto por la prohibición del ministro del Interior del país, Matteo Salvini, que amenaza con multas y la incautación de la nave. A bordo se encuentran, “en condiciones de hacinamiento”, 151 inmigrantes rescatados en tres operaciones distintas en los últimos días, todos ellos salvados del mar tras zarpar de la violenta y convulsa Libia.

La jefa de misión, Anabel Montes, advirtió ayer de que la situación anímica a bordo “pende de un hilo” y explicó por teléfono que se ha logrado la evacuación a Malta de dos mujeres con problemas de salud y que han pactado que estarán acompañadas por sus familiares, otras seis personas, para no separarlas y dañar su ya mermado estado anímico. La primera mujer africana, “con problemas para valerse por sí misma”, estará acompañada por su hermana y su sobrino, y la segunda lo hará por su hija de 11 años, dos hermanas y su madre.

La organización humanitaria difundió un vídeo del momento en que se produjo esta evacuación, entre los aplausos de los inmigrantes que aún permanecían a bordo. A estas personas hay que sumar la evacuación la misma noche del domingo de un inmigrante afectado de tuberculosis por parte de la Guardia Costera italiana a Lampedusa, y otras dos mujeres en avanzado estado de gestación y la hermana de una de ellas el 3 de agosto. “En términos físicos, la situación es mucho más que de cansancio, están exhaustos”, explicó Montes sobre el estado de los inmigrantes que se encuentran a bordo, hombres, mujeres y varios niños.

Por el momento no hay ninguno más que presente problemas de salud relevantes, aunque estos podrían llegar si el barco no recibe autorización para entrar a un puerto o, al menos, transbordar a estas personas para que puedan ser puestas a salvo en tierra firme.

A las condiciones físicas, subraya Montes, hay que sumar su estado psicológico, pues muchos acarrean durísimas historias personales desde que dejaron sus países para alcanzar Europa y llegaron a Libia, donde sufrieron “torturas y violencias”.

Si a todo esto le sumas una desquiciante y larga espera en el mar, “la situación psicológica pende de un hilo”, vaticinó la cooperante, preocupada, pues podría suponer riesgos o alteraciones significativas en la convivencia dentro del barco. No obstante, la jefa de misión aseguró que el personal de a bordo está “listo para acudir a mediar en la situación de la mejor manera posible, estando siempre en alerta”.

Los inmigrantes se encuentran en la cubierta, con una temperatura “asfixiante”, y los cooperantes tratan de mantenerles entretenidos con películas, juegos o música. “Intentamos que dentro de lo dramático se sientan cómodos, que no se coman la cabeza”, dice. Saben que se les impide entrar a puertos europeos, pero al mismo tiempo, los operadores de Open Arms hacen hincapié en que también “hay mucha gente que les apoya”.

A esto hay que añadir que es una embarcación “con limitaciones”, de solo 37 metros de eslora, y no está preparado para acoger a tantas personas juntas durante tanto tiempo, ni siquiera puede ofrecer una ducha para todos, ni siquiera para la tripulación.

Por el momento el mar está en calma, pero Montes vaticina un cambio a partir de hoy, con aguas más movidas, y todo se complicará mañana, cuando se esperan vientos de 22 nudos y olas de hasta dos metros de altura. “Estamos preparándonos para lo peor, pero vamos a seguir igualmente resistiendo”, promete la jefa de misión.

‘Ocean Viking’ Entretanto, siguen los rescates. El barco de rescate Ocean Viking rescató ayer de nuevo a otros 105 migrantes, confirmaron las ONG SOS Mediterranée y Médicos Sin Fronteras (MSF). Ambas organizaciones compartieron en Twitter mensajes hablando de un “rescate crítico”. “Minutos después de que se distribuyeran chalecos salvavidas estalló un tubo de goma en la frágil embarcación (en la que iban los migrantes), provocando que la gente cayera al agua”, detallaron. “Todas las 105 personas se encuentran ahora a salvo en el Ocean Viking, donde el total de personas a bordo es de 356”, manifestaron.