pamplona - Javier Remírez se enfrenta a cuestiones como las competencias de tráfico y el recurso de la Ley de Policías. Confía en que no se llegue a la vía del Tribunal Constitucional para solucionar este último contencioso. A la espera de un Gobierno definitivo, las cuestiones personales y de actualidad centran el último tramo de la conversación.

¿Cómo es Javier Remírez fuera de la política?

-Mi zona de aislamiento y de confort está en mi familia y mis amigos. Mi hobby es la historia, leo todo lo que cae en mis manos el tiempo que tengo. Últimamente me estoy interesando mucho por el siglo XIX en Navarra, una época que me está apasionando.

Un sector de la ciudadanía, escuchando su vocación temprana por la política por prejuicio ya le considerará un aburrido. Y si lee estas cosas...

-(Se ríe). No me tengo yo por una persona aburrida. Tampoco es que sea la alegría de la huerta. Pero bueno, con mi familia y mis amigos ahí me desinhibo y me relajo.

¿Qué ha pasado en Huarte?

-Ha habido la dimisión de una persona que ocupaba la alcaldía, Amparo López para incorporarse al Gobierno de Navarra, se ha activado un sistema de elección de la alcaldía, a través de la lista más votada y ha faltado la cobertura del Partido Socialista en la dificultad de encontrar sustituto en un contexto de fuerte presión política y de fechas que dificultaban esa cobertura, como ha ocurrido en otras listas, en otros partidos y otros ayuntamientos de la comarca de Pamplona en la anterior legislatura.

Pero resulta estéticamente feo que un cargo electo renuncie tras haber tomado ya posesión de la alcaldía.

-Podía tener sentido lo que señala si hubiese habido un pacto político para alcanzar la alcaldía. Pero el Partido Socialista decidió votarse a sí mismo y otras formaciones políticas apoyaron al PSN. A partir de ahí esta persona se encontró con un bloqueo político. Amparo López por su perfil era una persona absolutamente adecuada para la dirección general de Interior, también por su experiencia en el Gobierno Vasco.

Esto le ha servido a la derecha para volver a hablar de un acuerdo entre el Partido Socialista y EH Bildu. ¿A base de repetirlo, se complica una relación con Navarra Suma?

-Es una reflexión que la tiene que hacer Navarra Suma. Nosotros les esperamos en el espacio de la moderación, del diálogo y del acuerdo. Serán ellos los que decidan si creen oportuno mantener esta estrategia basada en cuestiones que faltan a la verdad.

Se ha conocido la presencia de dos parlamentarios de Navarra Suma en Leitza en un acto de homenaje franquista. ¿Le lleva a alguna reflexión sobre el papel de la derecha en la memoria de lo ocurrido en el 36 y en la dictadura posterior?

-No me corresponde valorar su presencia en un acto de esas características. Lo que yo tengo claro es que yo no estaría. Me remito a lo que se señala en el acuerdo programático, en términos de memoria democrática, de la violencia unida al alzamiento militar del 18 de julio del 36 y las consecuencias de represión y muerte para más de 3.000 ciudadanos navarros y me remito también a lo que recoge la memoria reciente en todo lo que tiene que ver con el terrorismo de ETA. Ese es el espacio en el que creo que debemos estar todos. Desgraciadamente en ocasiones vemos que la firmeza que demuestra Navarra Suma o UPN con aspectos de la memoria reciente no la demuestran con cuestiones de la memoria histórica. Yo les llamo a la moderación, a la reflexión y a asumir que aquello que ocurrió, y que ahora parece que exaltan, no fue nada positivo para esta tierra, y que la reflexión ética tiene que ser de rechazo absoluto de esos episodios.

La presidenta Chivite afirmó en este periódico que el Gobierno plural y progresista es una apuesta estratégica del PSN. ¿Cuál es su percepción al respecto después de unas semanas de trabajo?

-Esta es una apuesta que tiene que salir bien, y si sale bien va a marcar el tiempo político en Navarra por mucho tiempo”. - J. Barcos