pamplona - El caso Púnica reúne una coincidencia, que se repite en numerosos casos de corrupción destapados en estos últimos años. En esta operación, los presidentes de la Comunidad de Madrid desde el año 2003 hasta el 2018 han quedado imputados por corrupción, entre ellos, Esperanza Aguirre, Ignacio González y Cristina Cifuentes.

La expresidenta de la Comunidad de Madrid ejerció el cargo desde noviembre de 2003 hasta septiembre de 2012, cuando dimitió. Además, fue también presidenta regional del PP entre 2004 y 2016. El juez instructor del caso Púnica le atribuye “un papel decisivo y esencial” en la presunta financiación irregular del PP de Madrid, hasta el punto de que sospecha que “ideó la búsqueda de recursos” para costear las campañas que elegía. Manteniendo su conocida soberbia ante la justicia, Aguirre aseguró ayer que irá a declarar “con mucho gusto” para defender su inocencia y negó cualquier vinculación con la trama Púnica, al señalar que el contenido del auto por el que se le imputa es “completamente falso” en lo referente a ella. Todo a pesar de la documentación que el juez tiene que demostrarían dichas acusaciones. “Me he enterado por los medios de que el juez me cita a declarar como investigada”, indicó.

Otro de los imputados, que ingresó en prisión desde el 21 de abril de 2017 por el caso Lezo, es Ignacio González, sucesor de Aguirre. El caso Lezo también está relacionado con el desvío de fondos para la financiación irregular del PP. Salió de la cárcel meses después tras abonar una fianza de 400.000 euros. Como en el caso de Aguirre, el juez instructor le atribuye “un papel decisivo y esencial” sobre la financiación del partido.

A González también le atribuye el juez un papel esencial como uno de los colaboradores más estrechos de Aguirre. También está imputado el ex número tres de Aguirre, Francisco Granados y el exgerente del PP de Madrid Beltrán Gutiérrez. Fue con Granados con quien se destapó todo el caso de corrupción gracias a unas conversaciones con su amigo y constructor David Marjaliza. Granados está condenado a dos años de prisión por el delito agravado de aprovechamiento de revelación de secreto por un funcionario público.

La tercera presidenta imputada por corrupción es Cristina Cifuentes, que sucedió en el cargo a Ignacio González en abril de 2017. Ésta dimitió un año después tras su implicación en el caso máster y la difusión de un vídeo de un presunto hurto de unas cremas en un supermercado en 2011. El juez le atribuye adjudicaciones irregulares al grupo Cantoblanco en la cafetería de la Asamblea de Madrid, siendo vicepresidenta con González.

Desde la entrada de Aguirre al poder en la Comunidad de Madrid, todos los presidentes han participado presuntamente en casos de corrupción. En el caso Púnica, los tres están imputados. La sombra de la corrupción acecha a Ayuso, pupila de Cifuentes. - D.N.