pamplona - La Iglesia española aseguró ayer que no se opondrá a la exhumación de los restos de Franco porque respeta la decisión de las autoridades, pero pidió que no se utilice esta decisión en campaña electoral para hacer “bandera política” y “abrir heridas entre los españoles”.

Aunque respetan la decisión de la Justicia, que llega poco antes de la celebración de las elecciones generales del 10 de noviembre, los obispos no quieren que este tema se utilice “en las campañas electorales, ni que sirva para abrir heridas entre españoles”.

“Que si es bueno cerrar bien las heridas, no es conveniente abrirlas”, dijo el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, en rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Permanente de los obispos.

“¿No les parece que es hora de mirar hacia adelante? ¿De sellar la reconciliación? ¿De no hacer un uso ideológico y menos partidista en campañas electorales de este asunto tan doloroso?”, remarcó al respecto, aseverando que a los obispos españoles les “entristece” que este asunto esté tan presente en la actualidad. En concreto, se refirió a la Ley de Memoria Histórica, rechazando que esta norma “pueda ser un instrumento con el que se haga bandera política” o que “se utilice en campañas electorales” o sirva para “reabrir heridas entre los españoles”.

La ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, aseguró ayer que, hasta que no conozca la totalidad del contenido de la sentencia el Gobierno no tomará una decisión sobre “el modo o la forma” en la que acometerá dicho proceso y su posterior inhumación en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio.

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, aseguró que no hay fecha para la exhumación, a la espera de tener la sentencia del Tribunal Supremo que avala el traslado de estos restos al cementerio madrileño de El Pardo-Mingorrubio. Así, reiteró que lo harán de la manera “más pronta posible”, ya que es una decisión que llega “muy tarde” después de esperar 40 años.

Francis Franco, nieto de Francisco Franco, criticó que la sentencia del Tribunal Supremo que avala la exhumación ha sido dictada por el Ejecutivo socialista y responde a una “domesticación de la Justicia”. “Aunque lo marque la ley” la exhumación de los restos se trata de “una profanación de tumba”, añadió. Además lamentó que el fallo se haya conocido por medio de “filtraciones interesadas” a través de los medios de comunicación y acusó al Gobierno de dictarla.

La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se mostró contraria a la exhumación de los restos de Franco, si bien reconoció que la decisión está avalada por el Congreso de los Diputados y el Tribunal Supremo. “Me parece fatal desenterrar a los muertos”, apuntó incidiendo en que le parece “muy mal” que no se le pueda enterrar “donde quiere la familia”, en la Almudena. - D.N.