pamplona - El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha prometido actualizar las pensiones con el IPC real en diciembre durante la presentación del avance de los compromisos electorales del PSOE para el 10-N, donde ha advertido de que el multipartidismo “no sirve” si no hay un Gobierno estable y la “multiplicación de siglas” tampoco beneficia si no hay un proyecto de país. Sánchez presentó en un acto público en el Espacio Rastro de Madrid un avance del programa con el que el PSOE concurre el 10-N (35 compromisos sociales), y en el que estuvo arropado por la mayor parte de su Ejecutiva Federal y ministros de su gabinete.

Seis meses después de las generales de abril no hay grandes novedades en el avance del programa del partido en el Gobierno para el 10 de noviembre. En su intervención, Sánchez puso en valor que el PSOE tiene “programas y equipo” con los que hacer frente a todos los retos y al enfriamiento de la economía. Y entre esos retos, Sánchez subrayó el compromiso de los socialistas con la sostenibilidad de las pensiones: “Vamos a protegerlas”, clamó. Fuentes del Gobierno aseguran que se podría adoptar esta medida mediante decreto en diciembre, incluso con un Ejecutivo en funciones. El Ejecutivo lo ha estudiado y sostiene que es posible, aunque tendría que argumentar la urgencia de una subida tan pequeña de 0,05 puntos. Algún otro grupo podría recurrir este decreto, pero la voluntad del Gobierno de llevar adelante la medida es firme y lo más probable es que cuando acabe el año aún no haya llegado la investidura, con lo que tendrá que hacerlo en funciones.

La pensión media en España es de 1.140,71 euros. Si se aplicara una subida del 0,25% se incrementaría en 2,5 euros, mientras que al aplicarle un IPC del 0,3% (el nivel que ronda en la actualidad y con el que probablemente terminará el año) subiría tres euros, por lo que la medida del PSOE supondría un incremento mensual de 0,5 euros en la pensión media. Fuentes del Gobierno aseguran que se podría adoptar esta medida mediante decreto en diciembre, incluso con un Ejecutivo en funciones. El Ejecutivo lo ha estudiado y sostiene que es posible, aunque tendría que argumentar la urgencia de una subida tan pequeña de 0,05 puntos. Algún otro grupo podría recurrir este decreto, pero la voluntad del Gobierno de llevar adelante la medida es firme y lo más probable es que cuando acabe el año aún no haya llegado la investidura, con lo que tendrá que hacerlo en funciones.

Sánchez también apostó por el empleo, y aseguró que los socialistas acabarán con los “aspectos más lesivos” de la reforma laboral del PP para que “la contratación indefinida sea la norma y no la excepción”. E insistió en un ingreso mínimo para los hogares más vulnerables, una oferta de vivienda de alquiler seguro, la eliminación progresiva de los copagos del sistema público de salud, la regulación de la eutanasia y la igualdad de oportunidades.

En el ámbito europeo defendió promover lo que puede parecer un “sueño”, un “salario mínimo europeo” que permitiría en su opinión retener el talento y, en la misma línea, abogó por un seguro europeo de desempleo que complemente al nacional.

“35 compromisos sociales” que concluyen con la apuesta de los socialistas de favorecer el diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat “siempre dentro de la Constitución”. Y la garantía de que estos compromisos se cumplirán y para ello recordó que se constituirán los consejos sectoriales de verificación, con participación directa de la sociedad civil, tal y como había prometido a Unidas Podemos hace solo un mes.

multipartidismo El presidente advirtió de que el multipartidismo “no sirve” si no hay un Gobierno estable y la “multiplicación de siglas” tampoco beneficia si no se acompaña de un proyecto de país. “¿De qué sirven ocho, diez, cincuenta o cien partidos distintos si no hay un gobierno estable para abordar los problemas y las urgencias de país?”, se preguntó Sánchez. El líder socialista reivindicó el programa socialista “pensado para liderar un Gobierno” frente a los programas del resto de formaciones que, en su opinión, sólo tienen propuestas electorales pero “ninguno cuenta con un proyecto de país, ni con un proyecto para España”. En este punto hizo referencia expresa a cada uno de esos grandes partidos: “A los que quieren condicionar al PSOE, los que nos levantan el castigo y los que nos quieren vigilar”.

Sánchez lanzó una advertencia: “Estos días se presentarán los programas de todos los partidos, son numerosos porque son muchas las fuerzas y todos tienen una cosa en común: son programas electorales, no de gobierno. Están pensados para concurrir a las elecciones, no para liderar el país”.

Sánchez dejó claro que no tiene “nada que objetar al multipartidismo, son los ciudadanos los que deciden”. Y a ellos, pidió “humildemente” que el 10-N “piensen no sólo en las elecciones si no también en los años que tienen por delante y en los desafíos que aguardan”. El presidente en funciones instó a los españoles a que “mediten qué partido puede liderar el país con moderación hacia el progreso”.

El PSOE evita en el escueto documento de apenas nueve páginas presentado ayer por el presidente casi cualquier referencia explícita a las subidas de impuestos que viene promoviendo desde hace meses. Tan solo hay una referencia a una “fiscalidad justa”, con “más progresividad”, que se diluye con el objetivo de proseguir con el proceso de reducción del déficit y la deuda pública, entre los más elevados de Europa. Fuentes socialistas subrayan que el documento se centra en los “compromisos sociales” y explican que las medidas más económicas se anunciarán en los próximos días por lo que en ese avance del programa hay tan solo un nuevo impuesto verde, sobre el dióxido de carbono. Desaparecen así de forma explícita, las ocho subidas de impuestos anunciadas en su propuesta para un programa común progresista -con la que buscaba el apoyo de Unidas Podemos a un Gobierno socialista- de principios de septiembre. - D.N.