pamplona - La polémica por el trato institucional que merece Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como “presidente encargado” de Venezuela, en su visita del fin de semana a España ha derivado este viernes en un insólito enfrentamiento dialéctico entre los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González. Un choque entre expresidentes socialistas que ha sido aprovechado por el PP, Cs y Vox para arremeter contra el Gobierno e incluso reclamar la dimisión del ministro y número tres del PSOE, José Luis Ábalos

Mientras el PP reiteró sus críticas al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, por no querer recibir a Guaidó, los dos expresidentes socialistas hicieron hecho patente un encontronazo sobre el político venezolano, al que González defiende como “único representante legitimado democráticamente” como presidente de Venezuela.

Entre tanto, el otro expresidente del Gobierno, José María Aznar, en consonancia con su partido y también con González, dejó claro su apoyo a Guaidó al anunciar que hoy le acompañará en el acto de reconocimiento que le dispensará el Ayuntamiento de Madrid. A su vez, José Luis Rodríguez Zapatero manifestó que a su juicio Sánchez “acierta” al no reunirse con el líder opositor venezolano, al que en nombre del Gobierno recibirá la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, sin embargo, el Ministerio de Exteriores no había confirmado ninguna cita y en la agenda oficial del “presidente encargado” de Venezuela tampoco constaba ayer.

Zapatero alertó en una entrevista del desconocimiento de la realidad venezolana y la mucha “desinformación” que circula sobre este país, rechazó las sanciones económicas a Venezuela y reclamó diálogo entre la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro. Sus declaraciones tuvieron una pronta respuesta de Felipe González, quien a través de un comunicado subrayó que Guaidó es “el único representante legitimado democráticamente” como presidente venezolano frente a la “tiranía” de Maduro.

Zapatero tuvo después oportunidad de pronunciarse sobre estas palabras del otro exlíder socialista y desde Rocafort (Valencia) apuntó que su posición sobre Venezuela “no parece muy moderada”. El expresidente insistió en que es preciso el diálogo entre las partes en conflicto en lugar de actuar como “hooligans” de una u otra e hizo hincapié en que él ha estado en Venezuela en 38 ocasiones para apostar por “la paz, la democracia y la convivencia en un país hermano”.

“La declaración de González me parece respetable, obviamente, pero la cuestión no es si se reconoce -a Guaidó- o no; eso es una nota a pie de página”, añadió. Tras reiterar que “hay que promover el diálogo y el consenso”, recordó que “quien representa a Venezuela en la ONU es el Gobierno de Maduro” y apuntó que “no cabe duda de que el chavismo ha ganado elecciones y tiene apoyo social”, algo que “se quiere desconocer”.

Desde un punto de vista opuesto, el líder del PP, Pablo Casado, remarcó por su parte que Guaidó “es el presidente legítimo interino de Venezuela” y arremetió contra Pedro Sánchez por no querer recibirle en el Palacio de la Moncloa, para después instarle a rectificar. Casado acudirá hoy a los actos de reconocimiento al político venezolano organizados por las instituciones madrileñas gobernadas por el PP: el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.

El alcalde, José Luis Martínez Almeida, le hará entrega de la Llave de Oro de la ciudad, como es habitual con los jefes de Estado que visitan Madrid, en una recepción a la que Más Madrid ya ha anunciado que no asistirá por considerarla un acto “de partido”.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien también le recibirá en la sede del Ejecutivo madrileño, definió como la “marcha de la libertad” el recorrido que hará Guaidó a pie desde la sede del consistorio en la plaza de Cibeles hasta la Puerta del Sol, donde se ha convocado una manifestación de apoyo.

Venezuela se ha colado de lleno en la política española con la visita de Guaidó y por la polémica sobre el encuentro del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, con la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, que tiene prohibida la entrada en la UE por las sanciones impuestas por la vulneración de derechos del régimen venezolano, en el aeropuerto de Madrid-Barajas. En el entorno de Ábalos enmarcan el encuentro en un “saludo fortuito”. El encuentro del número tres del PSOE con Rodríguez, desvelado por Vózpopuli, requirió las explicaciones del ministro, que inicialmente desmintió el encuentro. La primera versión reconocida por el secretario de Organización del PSOE es que acudió al aeropuerto a título personal a recoger al ministro de Turismo venezolano, Félix Plasencia, con quien tiene una relación de amistad desde hace años. “Solo recibió a Félix”, aseguraron en la noche del jueves fuentes próximas a Ábalos.

Ayer por la mañana el departamento que dirige aseguró que “no se reunió” con la vicepresidenta: “No tuvo ningún contacto formal”. Según la versión de Fomento, Plasencia invitó a Ábalos a subir al avión para saludar a Rodríguez. Por eso enmarcan el encuentro en un “saludo fortuito”. Esas mismas fuentes apuntaron a que, debido a que la vicepresidenta “no podía salir del avión” el ministro venezolano “se quedó con ella” y Ábalos se marchó. La policía explicó horas después, según informó el diario El País, que el encuentro no fue casual, como habían indicado las fuentes cercanas al ministro en un primer momento. Ábalos, según esta última versión, subió al avión para convencer a Rodríguez de que no abandonase el aparato, tras ser advertido de que esta pretendía bajar a tierra, lo que hubiera provocado un incidente diplomático.

Tras reunirse con el ministro, la vicepresidenta hizo uso de la sala VIP de la terminal de vuelos privados al no considerarse un incumplimiento de la prohibición. - Diario de Noticias

Sanciones. El régimen de sanciones diseñado por la Unión Europea para castigar a altos cargos del régimen venezolano de Nicolás Maduro incluye la prohibición de “entrada” y de “tránsito” de las 25 personas inscritas en la lista de sancionados por su complicidad con la represión, incluida la vicepresidenta que hizo escala el pasado lunes en el aeropuerto de Madrid Barajas, Delcy Rodríguez.

Investigación. La Comisión no se plantea indagar sobre lo ocurrido ni, de momento, pedir explicaciones a España. Sobre todo, porque Bruselas aún no tiene claro si Rodríguez violó el régimen de sanciones que pesa sobre ella porque no se sabe si pisó o no suelo europeo en Barajas, en todo caso atribuyó a España la responsabilidad de aplicar las sanciones a Venezuela si fuera el caso.