pamplona - La aprobación de los Presupuestos no solo será una demostración de solvencia por parte del Gobierno de Navarra o un desahogo particular para quien tiene que lidiar con una minoría parlamentaria. Será también la oportunidad para comprobar si el bloque progresista, ese que encuadra a varios partidos que comparten una visión similar de lo que tiene que ser la gobernanza pública y que suma 30 escaños de 50, es capaz de unir fuerzas para desarrollar una agenda política alternativa a la derecha en la que Navarra Suma, aislada en una oposición bronca y con tiranteces internas, aporta cada vez menos. Y ayer los portavoces de PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E señalaron un acontecimiento que, esta misma semana, permitirá entrever cómo se desarrollará lo que queda del debate presupuestario: el jueves el Parlamento tumbará la enmienda a la totalidad presentada a los Presupuestos por Navarra Suma -sin posibilidad de prosperar en virtud del acuerdo Gobierno-EH Bildu- y que a partir de ahí se escenifique “cómo la derecha no tiene capacidad de incidencia, porque cinco fuerzas alternativas son capaces de presentar alternativa para llegar a acuerdos y mejorar”. Unas declaraciones que tienen mayor peso político teniendo en cuenta que las pronunció Bakartxo Ruiz, portavoz de EH Bildu, por lo que es obvio que el acuerdo sigue adelante y que se materializará en unos Presupuestos a los que EH Bildu va a dar “una oportunidad”.

Se entiende así que el portavoz socialista, Ramón Alzórriz, se mostrara satisfecho por cómo van las cosas. Se felicitó por el aumento en casi 17 millones de euros del techo de gasto que permitirá aumentar “cuestiones sociales, que es a lo que este Gobierno está dedicando los esfuerzos”, y mantuvo que el “diálogo, la negociación y el acuerdo” lo son todo para poder avanzar en tiempos de atomización política. De hecho, aseguró que tras el pleno del jueves se abre en el Parlamento un periodo de negociación, con las enmiendas parciales -se debatirán del 10 al 18 de febrero-, en la que se abordarán todas las enmiendas parciales que no queden excluidas por incumplimientos formales.

bloque ‘a 30’ Esa “estrategia política del acuerdo como herramienta fundamental y esencial” también aplaudió Uxue Barkos, la portavoz de Geroa Bai, quien particularmente se detuvo en lo que supone que todo el Parlamento se una para tumbar la enmienda a la totalidad presentada por Navarra Suma. En la misma línea se posicionó Mikel Buil, portavoz de Podemos, que celebró el acuerdo y apuntó que todavía hay margen para tener en cuenta las enmiendas de I-E. Lo dijo al hilo de que Marisa de Simón (I-E) lamentara que “es un error” no estudiar la posibilidad de aprobar algunas de las enmiendas presentadas por la coalición de izquierdas, que a su juicio son “urgentes y necesarias”, además de “justas y razonables”, teniendo en cuenta que el Presupuesto es “mejorable” aunque dentro del periodo de enmiendas parciales, ya que no está justificada una enmienda a la totalidad como al de Navarra Suma a la que De Simón votará en contra. “Lo mejor es que Navarra Suma no tenga nada que decir en materia fiscal ni en Presupuestos”, subrayó De Simón, que volvió a dejar en el aire el posicionamiento final de su sigla cuando se trate de apoyar los Presupuestos.

Dependerá del debate de las enmiendas, que serán objeto de estudio como ayer mismo dijo Alzórriz. Pero para Bakartxo Ruiz lo importante es que quede claro que el Parlamento cuenta con una mayoría alternativa a la derecha que para lo importante es capaz de ponerse de acuerdo. ¿Que no son los Presupuestos de EH Bildu? Es obvio y ayer lo recordó la propia Ruiz, quien sin embargo demostró que el partido soberanista continúa por la senda del pragmatismo y les dará “una oportunidad”.

Y pese a que los números no salen, la sigla que sigue en el no a todo es Navarra Suma. Sabe que su enmienda a la totalidad no prosperará -ayer mismo lo reconoció el coportavoz de la coalición, Carlos Pérez-Nievas, que sustituyó a Javier Esparza-, pero que tenían que presentarla porque los Presupuestos son “una continuación” de los que hacía el cuatripartito. Lo que termina por confundir a todos es que en la misma frase, Pérez-Nievas ofrezca al Gobierno “cambiar de socios” porque “el diálogo empieza por la mayoría”. Es decir, que con una mano presentan una enmienda a la totalidad del Presupuesto y con la otra ofrecen apoyo. Una muestra de lo desnortada que está la coalición de derechas, que sigue perdida en el Parlamento.