madrid - El ex director general de la petrolera estatal mexicana Pemex Emilio Lozoya Austin pasará hoy a disposición del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno tras ser detenido en Málaga por la Policía Nacional en virtud de una orden de extradición.

Lozoya Austin está investigado en México por recibir presuntamente más de 9 millones de euros de forma fraudulenta de la constructora Odebrecht, implicada en múltiples casos de corrupción en el continente americano. Se le imputan delitos de delincuencia organizada, cohecho y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Por ello, las autoridades mexicanas habían emitido una orden de búsqueda y captura a través de Interpol.

El magistrado tomará declaración a Lozoya Austin a partir de las 10.00 horas y decidirá si le deja en libertad provisional o le envía a prisión en tanto las autoridades de México envían la documentación necesaria para solicitar su entrega; tienen 40 días para hacerlo.

Emilio Ricardo Lozoya Austin fue director general de Pemex entre los años 2012 y 2016. Las investigaciones judiciales en México acusan a Lozoya Austin de proporcionar información falsa sobre su declaración patrimonial, al haber omitido, en más de una ocasión, una cuenta bancaria que registraba saldos de cientos de miles de pesos.

Según la Fiscalía Mexicana se estiman en 280 millones de dólares el total de dinero defraudado (más de 257,58 millones de euros). El fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, valoró ayer la detención de Lozoya Austin: "Efectivamente después de un largo peregrinar con la orden de aprehensión y con Interpol y en este caso de la Policía española, logramos la detención", ha dicho en declaraciones a Radio Fórmula.

El arresto fue llevado a cabo en los alrededores de una urbanización de Málaga por la Policía Nacional en una operación en la que participaron agentes del Grupo de Localización de Fugitivos Internacionales de la Comisaría General de Policía Judicial y de la UDYCO de la Comisaría Provincial de Málaga.

Las autoridades mexicanas iniciaron una búsqueda internacional para detenerle tras fugarse en mayo de 2019 cuando su nombre apareció como presunto responsable de un entramado de corrupción por actividades llevadas a cabo durante los años 2012 y 2013, cuando ejercía como director general de la petrolera mexicana Pemex.

Fruto de la colaboración entre la Fiscalía mexicana y la Policía Nacional se obtuvieron indicios que situaban al fugitivo en diferentes localidades españolas.