pamplona - Navarra está a las puertas de volver a tener una Ley de Símbolos. Tres años después de que la mayoría del cuatripartito aprobara eliminar la anterior norma, que databa de 2003 y sancionaba la colocación de la ikurriña, el Parlamento votará mañana la propuesta que hizo en verano Navarra Suma, y que tras un trámite rocambolesco está a punto de ver la luz.

Eso sí, el texto no es ni de lejos lo que quería en un principio la derecha, que diseñó un severísimo régimen de multas -con sanciones de hasta 150.000 € para ayuntamientos reincidentes- e impregnó varios artículos de un tono identitario -con homenajes a la bandera en pueblos y escuelas- que movieron al bloque compuesto por PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E a rebajar el su contenido en comisión para evitar una guerra de banderas que, en realidad, no existe en la calle.

Con la ley muy descafeinada, todo parece indicar que el PSN votará el dictamen y el texto verá la luz. Los socialistas creen que la aprobación de la ley puede servir para zanjar el debate en torno a los símbolos: la derecha, que desde que se derogó la ley de 2003 no ha parado de vaticinar -sin éxito- el fin de la bandera de Navarra e incluso convocó una manifestación contra el Gobierno para protestar, tendrá su ley. Muy alejada de sus pretensiones iniciales, pero la única posible y que, al menos, desde su prisma, no incluye la ikurriña. Y el resto de actores, socios del PSN, podrán oponerse a un texto que creen que sigue quedándose cojo al no entrar a legislar con valentía sobre la ikurriña, pero que por lo menos no tendrá un régimen de multas por colocarla. Lo que pasa es que probablemente el escenario no sea tan simple, y el debate de mañana permitirá ver si, en realidad, la intención de Navarra Suma no es tanto sacar adelante una Ley de Símbolos como volver a poner encima de la mesa un tema incómodo para el actual Gobierno de Navarra.

el eterno debate Precisamente, fue el Gobierno de Navarra el que se opuso a la tramitación de esta ley. Navarra Suma registró el texto original a finales de agosto, y un informe del Ejecutivo fechado en septiembre desaconsejaba su tramitación por parte del Parlamento al ver en el texto varios errores jurídicos. Incomprensiblemente -ya se ha dicho que el trámite fue rocambolesco-, el PSN cedió sus votos a la derecha en octubre para tramitar el texto. La disparidad de criterios entre el Gobierno y el partido que lo capitaliza siempre ha llamado la atención del resto de socios del Ejecutivo, pero esconde una realidad: que el PSN quiere una Ley de Símbolos, y que está dispuesto a apoyar la de Navarra Suma si se retiraban los puntos más polémicos.

Eso se hizo en comisión, y a no ser que Navarra Suma decida retirar la ley porque considere que el dictamen no refleja su propuesta inicial, la norma saldrá adelante. Probablemente, en medio de un debate acalorado entre todos: la derecha reprochará al PSN haber puesto los símbolos en peligro, y diseñar con los nacionalistas la política de símbolos; los socialistas afearán el integrismo de Navarra Suma; Geroa Bai y EH Bildu reprocharan la falta de valentía de los socialistas, que dan la espalda a la realidad y pluralidad simbólica de Navarra, algo en lo que también coincidirá I-E; y Podemos, que ni siquiera presentó enmiendas, mantendrá un perfil bajo porque su premisa es que las banderas no dan de comer. En cualquier caso, el Parlamento acogerá la enésima sesión en la que el identitarismo marca la agenda política.

la ley

Bandera, escudo e himno. Después de pasar por comisión, la ley se quedó en lo esencial: regula como "símbolos exclusivos de Navarra la bandera, el escudo y el himno" (art. 1, 5, 14, 16, 17 y 18). Están protegidos por las mismas leyes estatales que los símbolos del Estado (art. 3).

Preferencia. La bandera tiene que figurar en lugar preferente, en sedes administrativas e interior de despachos oficiales, sin perjuicio de la preeminencia de la de España (art. 7, 9 y 10 -sobre el orden de colocación de las banderas- y 15 -sobre el uso de los símbolos en comunicaciones oficiales-).

¿qué no tiene?

Régimen sancionador. Todo el capítulo V de la propuesta original de Navarra Suma era un severísimo código sancionador que preveía multas de entre 2.000 € y 150.000 € -para ayuntamientos reincidentes- para quienes colocaran la ikurriña en edificios oficiales y de entidades locales.

Exaltación de la bandera. Tampoco recoge el dictamen, porque los eliminó el bloque progresista, los artículos (12 y 13) de Navarra Suma en los que se proponían actividades de exaltación de la bandera en colegios y pueblos.