bilbao - El lehendakari recibe a este periódico en Bilbao. Reconoce que la crisis del vertedero ha sido el peor momento de su mandato, y que las informaciones "sesgadas" han corrido como la pólvora por esperar hasta dar una explicación total y veraz en el Parlamento Vasco. Lo sucedido ha dado pie al resto de partidos para poner en duda su credibilidad.

En su comparecencia en la Diputación Permanente, pidió disculpas por los errores que pudiera haber cometido. En la rueda de prensa del adelanto electoral, le preguntaron por qué no iba al vertedero, y respondió que no iba a hacerlo por una campaña de Twitter. ¿Se arrepiente de haber dicho eso?

-He de reconocer que es una situación difícil. Ninguno podemos estar satisfechos cuando todavía hay dos personas desaparecidas. Hemos de seguir buscando los cuerpos, y lo vamos a hacer. No podemos permitirnos dejar en el vertedero a dos personas desaparecidas. Yo hago autocrítica en relación a la propia naturaleza del desastre, la tragedia que sucede con el vertedero de una empresa privada. Hay dos dimensiones: la realidad y el relato de esa realidad. Hago autocrítica porque quizás personalmente en lo que afecta a mi presencia en Zaldibar desde un primer momento yo lo haya intentado tratar racionalmente, por caracterizarlo como un accidente de una empresa privada por muy trágico que haya sido, y por no haber quizás medido el impacto social, emocional, de la magnitud de este accidente con fatal desenlace. Hago autocrítica por una interpretación excesivamente racional pensando en los precedentes y en los agravios que pudiera cometer con situaciones en las que hubo fatales desenlaces. Hago autocrítica porque el día de la rueda de prensa yo no tuviera la agilidad suficiente para comenzar la intervención lamentando la situación, y que fuera a preguntas de un periodista que tuviera que responder. En ese momento, yo estaba centrado en el motivo de la comunicación por el que se convocó la rueda de prensa. He rebobinado muchas veces lo que ha sucedido estos días, y desde el mismo jueves 6 de febrero he estado en permanente contacto con todas las personas que han estado interviniendo, con las consejerías, etc.

¿Qué ha pasado?

-El viernes, al día siguiente del suceso, todos estábamos en el pleno en el Parlamento Vasco, y nadie se acercó ni nadie hizo mención al accidente de Zaldibar. Rebobinando, recuerdo que llegué a la puerta del Parlamento y fui abordado por los periodistas. Nadie me preguntó por el hecho de Zaldibar. Vivimos durante 48 horas prácticamente con la preocupación por la convocatoria de las elecciones. El lunes, cuando procedemos al anuncio de la disolución de la legislatura, me puse en contacto con todos los portavoces parlamentarios por escrito. Nadie me preguntó por Zaldibar. Llegué a la rueda de prensa absolutamente centrado en el motivo de la convocatoria y me faltó agilidad, sí, para comenzar por lamentar lo que había sucedido en Zaldibar. No acudí a Zaldibar en un primer momento por un exceso quizás de racionalidad. No quiere decir que no tenga empatía con las víctimas. Fui el miércoles, estuve reunido con los familiares, y no sentí ningún reproche por haber ido más tarde. Lo que preocupa a los familiares es rescatar sus cuerpos. Desde el primer momento estuvieron atendidos profesionalmente de manera personalizada.

¿Está el Gobierno vasco en condiciones de garantizar que no suceda lo mismo que con el precedente gallego, donde han pasado 25 años y todavía no se ha encontrado a la persona desaparecida por un derrumbe similar?

-No quiero hacer ninguna comparación, pero el compromiso del Gobierno vasco es seguir con la búsqueda. Seguimos trabajando desde el primer día, intentando hacerlo con todas las garantías de seguridad para las personas que están trabajando. Ojalá podamos dar con los cuerpos lo antes posible para la tranquilidad y el alivio de las familias. Es una labor difícil. Se está trabajando en diversas zonas: al principio se pensó que pudieran estar al final de la lengua del desprendimiento junto a la autopista; posteriormente, se interpretó que una de las personas podía estar en el entorno de la báscula, y que la otra persona pudiera estar en el otro extremo del vertedero, con la imposibilidad de acceder en ese momento porque todas las vías de acceso habían quedado superadas. Se trabaja con los riesgos de más desprendimientos.

Hay quien interpreta que el Gobierno vasco se ha precipitado a la hora de levantar los avisos a los vecinos sobre la calidad del aire y el agua...

-Hago autocrítica porque hemos pretendido una comunicación veraz, realista, y quizás nos ha faltado la construcción de un relato desde el primer momento. Quizás han transcurrido demasiados días hasta que comparecimos en la Diputación Permanente. Pero mi compromiso era hacerlo ante la Diputación y ofrecerle a ella toda la información. Estamos viviendo en una dinámica en la que los flujos de comunicación e información son tantos, como las redes sociales, que limitan la capacidad de interpretación de la información veraz. Ha habido flujos de información sesgados, y en esta materia además hace falta una interpretación científica para la que no estamos preparados en esta sociedad en general. Sobre la calidad del aire y del agua, fue la propia experta del CSIC la que dijo que quizás habíamos sido excesivos al prevenir de no abrir las ventanas o no practicar deporte de manera intensiva en el entorno del vertedero. Lo hicimos precisamente porque nos preocupa la sociedad. Una vez que se reconoce que las medidas que pusimos en marcha quizás fueron excesivas en prevención de riesgos, no creo que el levantamiento sea una ligereza y además el foco de fuego se extinguió. Actuamos en base a la opinión de los expertos.

En cuanto a las causas, el Gobierno vasco ha dicho que se detectaron algunas faltas sobre el almacenamiento en el vertedero, pero que no eran graves. Sin embargo, la cantidad de faltas, que eran más de veinte, ¿no era ya un indicativo de que no se estaba gestionando con celo el vertedero? ¿No pudo haber negligencia en el Gobierno vasco a la hora de valorar esa situación?

-Es un análisis interno al que tenemos que proceder con una auditoría, ver si los mecanismos de control eran suficientes y si los hemos aplicado correctamente. El consejero de Medio Ambiente (PSE) dijo que se habían constatado 23 deficiencias que no eran graves, y que en modo alguno afectaban a la estabilidad del terreno, según lo que otra empresa que analizaba el terreno emitió como informe.

¿El Gobierno vasco cree que la empresa fue la que engañó con sus datos y ocultó problemas graves?

-He leído que algunos trabajadores han dicho que la empresa engañaba. Tenemos que ver si la empresa ha gestionado esta situación con garantías y si la información que ha remitido a la administración es correcta o no; ver si el ámbito de la legislación y de la normativa permite mecanismos de control suficientes para que no se den este tipo de situaciones, y analizar la gestión del Gobierno vasco. Vamos a analizarlo todo.

Cargos del PSE ya han dicho que la empresa ocultaba datos. ¿Se atreve a tanto?

-No puedo hacer prejuicios. Me muevo ante hechos, y debo analizarlos. No me puedo mover en base a prejuicios.

¿Se plantea el Gobierno vasco reforzar la tutela pública sobre los vertederos o, incluso, la opción de 'nacionalizarlos'?

-Si Euskadi es una comunidad en la que la economía productiva está basada fundamentalmente en la industria con más del 24% del PIB, tenemos que ser conscientes de que hay fundiciones, acerías y empresas de construcción que provocan residuos industriales. Si realmente queremos que en Euskadi siga habiendo industria, tenemos que ver si es compatible con la sostenibilidad. Podría refugiarme en decir quien contamina paga, que quizás es una cultura política que tenemos que abordar. O quizás es mejor decir que quien contamina tiene que asumir el compromiso de lo que supone la contaminación. Si hablamos de industria, tendremos que pensar en una política de gestión de los residuos. Habrá que ver a futuro las realidades en otros países. En Bizkaia se planteó la visita de alcaldes a países como Suiza para analizar la experiencia de incineradoras de residuos industriales. Todos somos conscientes de lo que sucedió aquí en relación a la incineradora de Zabalgarbi o la de Zubieta. No creo que deba ser demagógicamente utilizado.

Ha dicho "quien contamina paga". ¿Puede concretarlo?

-Si un municipio quiere tener un polígono industrial, ¿puede plantear ese municipio que haya vertederos? ¿Puede aplicar tasas o cánones? Y, si tienen que adoptarse medidas por parte de las empresas para que sus residuos sean menos tóxicos, habrá que adoptar medidas en las empresas.

¿Hay coordinación con la Consejería de Medio Ambiente del PSE?

-Quiero insistir en las reuniones y charlas ante los vecinos en Zaldibar, Ermua, Eibar, y lo haremos en Mallabia y Elgeta. Ojalá extraigamos conclusiones para ser referencia. Vamos a crear un grupo de trabajo en la gestión de los incendios. La gestión ha sido coordinada y complementaria en cada situación. El Gobierno ha querido proceder con rigor y construir un relato completo que llegaba, por tanto, tarde cuando ya nos presentábamos a la Diputación Permanente.