- Cuando aún no se había asentado el polvo del revuelo que provocó el acuerdo del Gobierno español con Bildu para derogar la reforma laboral, una nueva polémica atenaza al gabinete de Pedro Sánchez, esta vez focalizada en el Ministerio del Interior. La decisión de Fernando Grande-Marlaska de destituir al jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid, Diego Pérez de los Cobos, por "pérdida de confianza", ha generado en enorme malestar en el seno del cuerpo que tuvo ayer como primera consecuencia la dimisión del director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, Laurentino Ceña. Una situación que amenazaba con provocar un cisma en Interior y que también tiene derivas políticas y judiciales, por la exigencia de PP, Vox y Ciudadanos de la dimisión del ministro, y por la advertencia que le ha trasladado la jueza que instruye el caso por las marchas del 8-M para que no interfiera en la investigación de la Guardia Civil, lo que está en el origen de la salida de De los Cobos. En esta complicada coyuntura, Marlaska se sacó ayer un as de la manga y anunció que la equiparación salarial de Policía Nacional y Guardia Civil con las policías autonómicas se completará por fin con un desembolso de 247 millones de euros.

Se trata de una reivindicación histórica de las Fuerzas de Seguridad que supondrá un incremento de su salario del 20%, pero está por ver si aplacará el descontento en la Guardia Civil por el cese de Diego Pérez de los Cobos, que en 2017 fue el responsable del operativo que trató de impedir la celebración del referéndum del 1-O en Catalunya. Además de anunciar la equiparación salarial que aprobó ayer mismo el Consejo de Ministros, el ministro del Interior se esforzó en desvincular la destitución del coronel del informe que la Guardia Civil remitió al juzgado y en el que cargaba contra la gestión del director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, por permitir las manifestaciones del Día de la Mujer. Así, explicó que el cese obedece a una "política razonable y normal de reconstrucción de nuevos equipos dentro de un ámbito de máxima confianza", con lo que admitió de forma implícita que dicha confianza se perdió en el caso de De los Cobos. Marlaska recordó otros cambios realizados en el organigrama de Interior dentro de un proceso de renovación que quedó interrumpido por el coronavirus y que ahora, en plena desescalada, pretende retomar.

Todo ello no acalló las voces de los partidos de la oposición, que clamaron por su dimisión por lo que consideran una clara injerencia en la labor policial. El presidente del PP, Pablo Casado, consideró un "insulto a la Guardia Civil y al Estado de Derecho" que el presidente español, Pedro Sánchez, "tape el cese" de Diego Pérez de los Cobos con la equiparación salarial "que aprobó el PP hace dos años y se había negado a pagar". El PP exigió por ello a Sánchez la "destitución inmediata" del titular del Interior por el "ataque más grave a la independencia del Poder Judicial ocurrido en España en los últimos años".

El portavoz adjunto de Cs en el Congreso, Edmundo Bal, aseguró que a Marlaska "debería darle vergüenza el inmenso daño que está causando a nuestras instituciones". En un mensaje en Twitter agregó que "quien debe dimitir es él" y no Laurentino Ceña. El presidente de Vox, Santiago Abascal, destacó el "honor" del teniente general por su decisión de dimitir para mostrar su desacuerdo con la destitución de De los Cobos, y la diputada del partido Macarena Olona afirmó que espera ver al ministro "engrilletado" por su "ilegítima intromisión" en el Poder Judicial. Marlaska lo negó y señaló que "con más de 30 años como juez, injerencia es una palabra que no conjugaré nunca".

Al parecer, el desencuentro de Marlaska con De los Cobos radica en que este no le informó del contenido del informe remitido a la magistrada del Juzgado de Instrucción 51 de Madrid, en el proceso abierto contra el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, por presunta prevaricación por permitir las concentraciones del 8-M. La jueza dio ayer un toque de atención al Ministerio del Interior y, en una carta, le recuerda que ha encomendado a la Guardia civil investigar esta causa como policía judicial, y que solo ella debe ser informada del resultado de las pesquisas. Agregó que el incumplimiento de este deber puede conllevar una investigación judicial.

Detención de 'Josu Ternera'. Fernando Grande-Marlaska ha propuesto al general Pablo Salas, actual jefe de Información de la Guardia Civil, como nuevo director adjunto operativo (DAO) tras la dimisión del actual número dos, el teniente general Laurentino Ceña. El ministro destacó ayer "de manera especial" la contribución de Salas en la lucha contra ETA, especialmente en la detención del histórico dirigente José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, el año pasado en Francia. Tras reconocer "la labor y dedicación" de Ceña, recordó que estaba previsto que se jubilase el pasado 23 de marzo, pero se retrasó para concluir la celebración del 175 aniversario de la Guardia Civil y también por la pandemia del covid-19.

Debía haberse jubilado el 23 de marzo. El teniente general Laurentino Ceña tenía que haberse jubilado el pasado 23 de marzo, pero tenía el compromiso de seguir en el puesto hasta el 2 de junio, según fuentes del instituto armado. Su salida, a escasos días de terminar su encomienda, evidencia sus discrepancias con Interior. El teniente general Ceña dimitió "por considerar que no se ha respetado la cadena de mando", ya que "no fue consultado por nadie del ministerio sobre la decisión de cesar a Diego Pérez de los Cobos", sino que "fue informado por un general una vez que la decisión ya había sido comunicada al coronel", señalan fuentes cercanas al director adjunto operativo de la Guardia Civil.