- La imagen de unidad y cooperación que aspira a dar una gran cita como la Conferencia de Presidentes se puede ver ensombrecida por las ausencias de la CAV y Catalunya o la pugna por las ayudas europeas y por una mejor financiación que previsiblemente habrá entre los gobernantes autonómicos.

La pandemia de coronavirus seguirá centrando este encuentro presencial como lo ha hecho con las catorce reuniones telemáticas que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha tenido con los gobernantes autonómicos durante el estado de alarma.

Y si la gestión de la crisis sanitaria, las peticiones de material o recursos y el reparto del fondo covid ocuparon las discusiones de esas catorce conferencias, la reunión del viernes 31 de julio en San Millán de la Cogolla (La Rioja) tendrá sobre todo dos asuntos encima de la mesa: los rebrotes de la pandemia y los criterios para repartir las ayudas europeas.

Eso sin olvidar las ausencias. Quedan cinco días para el encuentro y ya hay dos presidentes que posiblemente no vayan: ni el lehendakari, Iñigo Urkullu, ni el presidente de la Generalitat, Quim Torra.

Urkullu ya comunicó al Gobierno que no tiene intención -“hoy por hoy”, dijo el viernes- de acudir porque no se ha convocado la Comisión Mixta del Concierto, que ha pedido en reiteradas ocasiones. Y Torra ha pedido a Sánchez intervenir por vía telemática y preparar antes los temas de la reunión.

La excusa de Torra es la situación de la covid-19 en la comunidad -de las más afectadas por los rebrotes- pero si Sánchez acepta su demanda podría haber malestar o que otros presidentes reclamaran también no asistir.

Eso sin olvidar que el presidente catalán tiene la vista puesta en las elecciones: ayer mismo llamó al independentismo a “estar preparado” por si en los próximos comicios catalanes logra superar el 50% de los votos.

Si se confirman las dos ausencias, Sánchez vivirá el mismo “plantón” que tuvo Rajoy por parte de los presidentes vasco y catalán -entonces eran también Urkullu en Euskadi, y Carles Puigdemont en Cataluña- en la última conferencia de presidentes presencial, en enero de 2017.

La tensión territorial está servida, y no sólo por la distancia que pretenden marcar la CAV y Catalunya. También por la situación epidemiológica actual, con la continua aparición de brotes, y por cómo afronta cada comunidad esta etapa en la que el Gobierno ya no tiene el mando único y el peso de la gestión es autonómico.

Aragón, Catalunya, Cantabria y la CAV son las comunidades que están registrando mayor incidencia de casos según los datos facilitados el sábado por el Instituto de Salud Carlos III, que mostró por otra parte las importantes diferencias entre territorios en el sistema de rastreo.

A la cabeza en el sistema de rastreo, sigue Canarias, que detecta una media de 10 contactos, y muy por debajo le siguen Andalucía, Extremadura y Navarra, con una media de 5. En la cola, Castilla-La Mancha -que sólo identifica 1 por cada caso diagnosticado- seguida de Catalunya y La Rioja, con dos.

Por esta y otras razones son varias las voces que piden al Gobierno que asuma un mayor papel de coordinación. Entre ellas la de Núñez Feijóo.

El presidente de la Xunta, que acudirá a San Millán de la Cogolla tras haber logrado la victoria electoral, planteará a Sánchez esta coordinación nacional ante los rebrotes y sobre las medidas preventivas a tomar.

Entre dichas medidas está el uso obligatorio de las mascarillas, que han adoptado todas las comunidades menos dos: Madrid y Canarias.

En este momento en el que el país afronta una dura crisis económica provocada por la pandemia, el dinero seguirá siendo uno de los principales objetos de discusión. Una crisis a la que se siguen sumando problemas como la decisión del Reino Unido de imponer cuarentena a los ciudadanos que regresen al país desde España.

Todos los gobernantes autonómicos se apresuraron a pedir esta semana un reparto justo de las ayudas europeas que van a llegar con el fondo de recuperación de la UE, del que España tendrá 140.000 millones.

Y no faltará la demanda económica más habitual de los presidentes regionales, la de la reforma del sistema de financiación autonómica, que lleva un retraso de varios años.