- Pedro Sánchez no quiere dejarse arrastrar más de lo necesario por el PP. Está buscando las vías para poner fin al estado de alarma en la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso. Caducará el sábado y ya está oficialmente descartado que se vaya a pedir una prórroga. El planteamiento del Gobierno español consiste en evitar una prórroga por otros quince días, no solo porque le obligaría a someterla a votación en el Congreso sin garantías de salir airoso de ese trance, sino porque no le seduce la idea de recuperar el control total en la lucha contra el coronavirus y, además, los contagios en la Comunidad de Madrid están colocándose por debajo de la cifra mágica de los 500 por cada 100.000 habitantes.

La alternativa que tiene en mente consiste en llevar una batería de medidas a la reunión prevista para mañana en el Consejo Interterritorial con todos los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas, con la intención de fijar un marco general para el conjunto del Estado de manera consensuada. Desde el grupo del PNV en el Congreso de los Diputados confirman que no han sido sondeados para una prórroga del estado de alarma y todo apuntaba ya, por lo tanto, a que no era la opción que se barajaba en la Moncloa.

El entuerto del estado de alarma de aplicación exclusiva en la Comunidad de Madrid surgió tras el tira y afloja político entre Sánchez y Ayuso, y terminó con el Estado tomando el control para obligar a cerrar el perímetro en una decena de localidades por superar los 500 contagios por 100.000 habitantes en los últimos catorce días. El director de Emergencias Sanitarias del Gobierno español, Fernando Simón, confirmó ayer que no habrá más estado de alarma y dio una palmada en la espalda a la Comunidad de Madrid al considerar que ha mejorado. “No hay intención de extender el decreto de alarma; el confinamiento perimetral terminará”, zanjó. Sí dejó la puerta abierta a mantener alguna actuación concreta, pero el principal escollo, el cierre perimetral, parece despejado con carácter general. Simón recordó que la incidencia acumulada ha descendido a los 459 casos en Madrid y que, de los nueve municipios que entraron en estado de alarma, hay siete en los que esa cifra está “claramente” por debajo de los 500, y los otros dos están rozando ese límite.

El PP se iba a negar a mantener el cierre del perímetro (quiere hacerlo por barrios o distritos). Los problemas existen también en el seno del gobierno madrileño porque el PP se resiste a las restricciones y lo lleva todo al terreno de lo personal y a la pugna con Sánchez, mientras que sus socios de Cs sí piden medidas contundentes para doblar la curva en Navidad, como hace el vicepresidente Ignacio Aguado. El líder del PP, Pablo Casado, había exigido ayer mismo al ministro Salvador Illa que levantara el estado de alarma, que promueva mañana criterios “homogéneos y objetivos” para todos los territorios, y que abandone su actitud “discrecional y arbitraria” contra el PP. Ayer mismo se produjo una reunión entre los técnicos de ambos gobiernos.

Fuentes del grupo del PNV en el Congreso de los Diputados aseguran que el Gobierno español trasladó como hipótesis a los partidos que, en el caso de que hubiera que prorrogar el estado de alarma, habría que hacerlo en un pleno extraordinario este viernes, porque las medidas expiran el sábado. Sin embargo, no han sido sondeados sobre su posición, lo que apuntaba con certeza a que el PSOE quiere evitar esta votación. Si estuviera pensando en prorrogar el estado de alarma, estaría amarrando los apoyos necesarios, sobre todo teniendo en cuenta que el PP votaría claramente en contra.

Cuatro niveles. El Ministerio de Sanidad quiere llevar a la reunión de mañana en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud un plan de actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión del coronavirus, con cuatro niveles de alerta en función del riesgo en cada comunidad autónoma, que se medirían según unos indicadores de contagios y ocupación de las UCI, entre otros puntos, y tendrían una serie de medidas asociadas.