¿Cómo sería un gobierno liderado por Santiago Abascal? Por el momento parece muy improbable, por no decir imposible, que la moción de censura de Vox, en la que el líder de la formación se postula como candidato a presidente del Gobierno, prospere en el Congreso de los Diputados.

Sin embargo, con un poco de imaginación no es difícil recrear la distopía que busca, basta con leer las 100 medidas urgentes de Vox para España, que el partido considera la base de su proyecto, para hacerse una idea cómo sería. Otra cuestión es que el partido de ultraderecha tenga capacidad para llevarla a la realidad.

"Unidad de España"

Si tenemos en cuenta qué temas ocupan los primeros puestos de su ideario, pareciera que "la unidad de España", la reforma de la ley electoral y la caza al inmigrante sean sus prioridades. El punto uno y dos lo ocupa, en concreto, Catalunya: Vox quiere la "suspensión de la autonomía catalana hasta la derrota sin paliativos del golpismo y la depuración de responsabilidades civiles y penales" y la "ilegalización de los partidos, asociaciones u ONGs que persigan la destrucción de la unidad territorial de la Nación y de su soberanía".

Sin embargo, esta idea choca con el Artículo 1 de la Constitución española, que propugna "como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político". Asimismo, entra también en conflicto con la Ley Orgánica de Partidos Políticos de 2002, que reserva al poder judicial la potestad para disolver partidos y solo en casos de conductas que vulneren de forma "reiterada y grave" los principios democráticos, como el uso de la violencia para lograr objetivos políticos.

El pasado mes de septiembre, Vox se quedó solo en el Congreso defendiendo su reforma de la Ley de Partidos para ilegalizar a formaciones independentistas como ERC o EH Bildu porque "pretenden destruir la indisoluble unidad de España".

El punto diez de su ideario recoge la "supresión del Concierto Económico Vasco y el Convenio Navarro y la incorporación de ambas regiones y sus Diputaciones Forales al Régimen Común".

Y en medio, medidas para desmantelar el estado de las autonomías y ensalzar la identidad española. "Transformar el Estado autonómico en un Estado de Derecho unitario que promueva la igualdad y la solidaridad en vez de los privilegios y la división. Un solo gobierno y un solo parlamento para toda España. Como paso previo: devolución inmediata al Estado de las competencias de Educación, Sanidad, Seguridad y Justicia, limitando en todo lo posible la capacidad legislativa autonómica", asegura el texto, que aboga también por la "supresión de las policías autonómicas".

Este punto también es inconstitucional. El artículo 2 de la Carta Magna "reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas". Además, los artículos 148 y 149 definen claramente qué competencias se pueden transferir y cómo a las comunidades autónomas. Por lo que, para llevar a cabo este proyecto, necesitaría reformar la Constitución y disolver las cortes.

Vox quiere dotar de máxima protección jurídica "los símbolos de la nación, especialmente la Bandera, el Himno y la Corona" y un "agravamiento de las penas por las ofensas y ultrajes a España y sus símbolos o emblemas". También ha prometido eliminar la Ley de Memoria Histórica si llega a la presidencia.

Inmigración

La inmigración ha sido una de las principales obsesiones de Vox y ocupa nueve puntos de su ideario. Para empezar, la formación de ultraderecha quiere deportar a todos los inmigrantes en situación administrativa irregular, así como a aquellos con papeles que "hayan reincidido en la comisión de delitos leves o hayan cometido algún delito grave".

Vox quiere acabar con lo que denomina "efecto llamada" incapacitando de por vida "a legalizar su situación y por tanto recibir cualquier tipo de ayuda de la administración" a toda aquella persona que haya entrado en el Estado de forma irregular. También busca "suprimir el arraigo como forma de regular la inmigración ilegal" y "elevar la exigencia en nivel de idioma, tributación e integración para la adquisición de la nacionalidad".

"La inmigración se afrontará atendiendo a las necesidades de la economía española y a la capacidad de integración del inmigrante. Se establecerán cuotas de origen privilegiando a las nacionalidades que comparten idioma e importantes lazos de amistad y cultura con España", resume la formación en su ideario. Y es que, ya lo dijo Abascal durante una conferencia en 2018: "No es lo mismo un inmigrante hispanoamericano que la inmigración de los países islámicos".

Defensa, seguridad y fronteras

Vox dedica gran parte de este apartado a Vox a la lucha contra el fundamentalismo islámico con medidas como "el cierre de mezquitas fundamentalistas", "la expulsión de los imanes que propaguen el integrismo, el menosprecio a la mujer o la yihad" o "exigir a los responsables de la religión islámica en España una absoluta colaboración para la detección de radicales".

Asimismo, aboga por "suspender el espacio Schengen hasta que exista la garantía europea de que no lo utilizarán los criminales para huir de la justicia (como han hecho los golpistas separatistas) ni lo aprovechen las mafias de la inmigración ilegal para introducir personas".

Además, muy al estilo Donald Trump, Abascal quiere "levantar un muro infranqueable en Ceuta y Melilla".

Economía

Para las elecciones de abril del año pasado, Vox contrató a Rubén Manso como gurú de su programa económico, un inspector del Banco de España que aboga por reducir la intervención del Estado a la mínima expresión.

En aquellos comicios, la propuesta de Vox consistía en un detallado documento de 76 páginas con sus postulados económicos y otro de 52 páginas, donde describía su política fiscal. Sin embargo, para las elecciones de noviembre, Abascal rebajó su programa económico a un texto de menos de 20 páginas en el eliminó o suavizó las propuestas más polémicas: ya no aparecía el abaratamiento del despido a los 20 días por año trabajado ni la limitación del derecho de huelga, por ejemplo.

Según este programa, "España necesita más y mejores empleos", para lo que se aboga, entre otras cosas, por una reducción de las cotizaciones de trabajadores, empresarios y autónomos a la Seguridad Social -contribuciones que luego financian a los ciudadanos el cobro de prestaciones como el desempleo y las pensiones- y una simplificación del número de contratos laborales.

Mientras, en el documento 100 medidas urgentes de Vox para España, la formación de ultraderecha incluye, entre otras medidas, una importante rebaja de impuestos , la liberalización del suelo -"convertir en suelo apto para ser urbanizado todo el que no deba estar necesariamente protegido por motivos de interés público convenientemente justificados"- y un modelo de pensiones "mixto de capitalización y reparto".

Este es uno de los temas en los que Vox ha ido rebajando el tono. Si en las elecciones de abril hablaba de "avalancha de pensionistas", siete meses después apostaba por "garantizar el sistema público de pensiones" y el sistema mixto pasaba a ser "voluntario".

Sanidad

En este punto, Vox apuesta por "una tarjeta sanitaria única", por suprimir de la sanidad pública "las intervenciones quirúrgicas ajenas a la salud (cambio de género, aborto€)" y la "eliminación del acceso gratuito a la sanidad para inmigrantes ilegales y copago para todos los residentes legales que no tengan un mínimo de 10 años de permanencia en nuestro suelo".

Educación y cultura

Para Vox, lo más importante respecto a la educación es "el derecho a ser educado en español en todo el territorio nacional; el español debe ser legua vehicular obligatoria y las lenguas cooficiales, opcionales". También quiere instaurar "el PIN Parental y Autorización Expresa con objeto que se necesite consentimiento expreso de los padres para cualquier actividad con contenidos de valores éticos, sociales, cívicos morales o sexuales".

Impulsar una ley de protección de la tauromaquia y la defensa de la caza son sus puntos fuertes en cultura.

Familia

Como no podía ser de otra manera, Vox aboga en su primer punto por la derogación de la ley de violencia de género. Promete también la creación de un Ministerio de Familia y la "promulgación de una ley orgánica de protección de la familia natural -entiéndase familia heteroparental- que la reconozca como institución anterior al Estado".

En este sentido, las ayudas a las familias y "la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural" son los ejes de su política, que incluye también una ampliación del permiso de maternidad a 180 días y la prohibición de los llamados "vientres de alquiler".

Justicia

Por un lado, Vox apuesta por el "fin de subvenciones públicas a partidos políticos y sus fundaciones, sindicatos, patronales y organizaciones de proselitismo ideológico; partidos y sindicatos deben ser sostenidos con las aportaciones de sus afiliados y simpatizantes".

Por otro lado, busca "eliminar la prescripción de los crímenes de terrorismo separatista e islamista" y "la inhabilitación de por vida para ocupar cargos públicos a quienes hayan formado parte o apoyado a una organización terrorista o cualquier asociación mafiosa".

Además, aboga por la supresión del tribunal Constitucional: "Sus funciones las asumirá una sala sexta del Tribunal Supremo", sostiene.

Europa

La apuesta de Vox en Europa pasa por el rearme de los Estados, recuperando competencias cedidas a las instituciones comunitarias. Para ello quiere impulsar en Bruselas un nuevo tratado, en la línea del que defienden los países del grupo de Visegrado -Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa-, "en cuanto a fronteras, soberanía nacional y respeto por los valores de la cultura europea y que aumente considerablemente el peso de España en la toma de decisiones".