- El Gobierno certificó ayer el aval en el Congreso de once partidos políticos y 188 diputados para aprobar los Presupuestos de 2021. Con esta votación clave se despeja el futuro de las nuevas cuentas, las primeras del gobierno de coalición, que entrarían en vigor el 1 de enero dejando atrás el Presupuesto de 2018, elaborado por el Gobierno del PP y todavía vigente. El Presupuesto ha superado en su ronda del Congreso los 167 votos que consiguió Sánchez para ser investido, ya que en esta ocasión ha sumado a la ecuación los apoyos de ERC y EH Bildu, además de 4 diputados del PDeCAT, que se han unido al PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País, Compromís, Nueva Canarias, Teruel Existe y el PCR.

BNG, que apoyó la investidura, se descolgó ayer con su voto en contra. En ese bloque se sitúan también el PP, Vox, Ciudadanos, Coalición Canaria, Foro Asturias, UPN y la CUP, aunque por motivos bien distintos, ya que mientras el PP y Vox han lamentado las subidas de impuestos y de gasto público, Ciudadanos se desmarcó por no compartir las prioridades de los “separatistas” y la CUP y BNG reprocharon que no se ahondara más en la fiscalidad o en inversiones para Galicia.

El proyecto de Ley de Presupuestos de 2021 entra la próxima semana en el Senado con la intención del Ejecutivo de que no sea modificado. En ese caso podría ser aprobado definitivamente en el Pleno de la Cámara Alta el 23 de diciembre, en vez del día 29 previsto en el Congreso para su vuelta.

“Bienvenidos a una nueva era”, proclamó ayer el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien en esta última jornada del debate presupuestario subía a la tribuna para celebrar que el Gobierno tenga que pactar “obligadamente” con la izquierda independentista, la suya y la de EH Bildu.

Rufián escenificó así la satisfacción mostrada por Esquerra y EH Bildu, dos partidos que han ascendido desde la abstención táctica de la investidura y son ya socios clave del Gobierno de coalición.

El lunes, al inicio de este debate de cuatro días fue Mertxe Aizpurua, la portavoz de EH Bildu, la que ponía en valor el sí de su partido y se felicitaba también porque gracias a estos dos partidos “las derechas en cualquiera de sus versiones ya no forman parte de cualquier ecuación política”.

Porque lejos de querer pasar desapercibidos, no sólo ERC y Bildu, sino la mayoría de los partidos que han apoyado las cuentas han sacado pecho de su decisión, han reivindicado su aportación a estas cuentas extraordinarias que tienen una inyección de dinero histórica por culpa de la crisis que ha traído la pandemia y gracias, sobre todo, a la aportación europea.

El abanderado de esta nueva combinación ha sido, sobre todo, Unidas Podemos. Su portavoz, Pablo Echenique, se dirigía a la derecha para congratularse de que esa parte del hemiciclo no pinta “nada” en la gobernabilidad de España.

167

Sánchez fue investido presidente en junio de 2018 con la abstención de EH Bildu, BNG, y el voto en contra de Junts per Cat (el actual PDeCAT).