- La consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, concedió este jueves un papel relevante al euskera dentro de la política lingüística del Gobierno de Navarra, por ser una “lengua propia” que se encuentra en “situación de minoración lingüística” y que “necesita de un proceso de recuperación del que toda la ciudadanía se enriquezca y beneficie”.

Ollo acudió al pleno del Parlamento para explicar las líneas generales en materia lingüística del Ejecutivo y responder de este modo a la interpelación presentada por Iñaki Iriarte (Navarra Suma), quien consideró que la política lingüística del Gobierno de Barkos “discriminaba a la mayor parte de los ciudadanos”.

La consejera no se detuvo demasiado en replicar a Iriarte, aunque sí criticó las políticas de UPN en las pasadas legislaturas, que fueron “discriminatorias con la mayoría de la ciudadanía, también con la euskaldun”. Además, recordó que el informe de la Carta Europea de las lenguas minoritarias “valoró favorablemente las políticas impulsadas la pasada legislatura, tras años de abandono institucional, en lo referido a la promoción del euskera”.

No obstante, Ollo optó por hacer una exposición fundamentalmente técnica y alejada de la clásica confrontación política que busca la derecha en esta materia. Ollo trasladó su apuesta por una política lingüística “positiva”, al tiempo que abogó por una planificación educativa pública del euskera “como lengua propia desde la voluntariedad y la convivencia”.

Recordó que la política lingüística del Ejecutivo “se sustenta en lo expresado en el acuerdo programático” alcanzado entre “cuatro de las seis formaciones de este Parlamento”. Un acuerdo, dijo, que contempla “preservar y proteger la realidad histórica, cultural y social de Navarra, incluyendo las lenguas propias”.

Relató que “se ha comenzado a trabajar con otras comunidades autónomas con lenguas minoritarias, y destacó “se ha percibido un cambio por parte del Gobierno de España”, después de “muchos años presidido por la derecha centralizadora”.

Ofreció también algunos datos sobre la repercusión del primer Plan estratégico del euskera 2016-2019. Un periodo en el que “el número de navarros que saben euskera creció de 69.000 a 76.000” y con casi la mitad de los niños escolarizados en esta lengua. “El euskera no es una pieza de museo, sino una lengua viva y un valor que Navarra comparte con otros territorios”, dijo Ollo a modo de resumen.

Entre los grupos parlamentarios, Iriarte señaló que estas políticas “no benefician” al euskera, mientras que Inma Jurío (PSN) reconoció “diferencias entre los socios del Gobierno” en esta materia y abogó por “respetar el derecho y la libertad de los ciudadanos”.

Jabi Arakama (Geroa Bai) resaltó que desde 2015 se ha dado “impulso decidido a la normalización y fomento del euskera”, y Bakartxo Ruiz (EH Bildu) lamentó que Navarra Suma y PSN “estén continuamente con el mantra de la imposición”. Ainhoa Aznárez (Podemos) apuntó que en Galicia, la CAV y Catalunya “la Administración y los gobiernos utilizan sus dos idiomas”, y Marisa de Simón (I-E) dijo que hay que “promocionar el euskera y huir de la confrontación lingüística”.

50%

Casi el 50% de los niños menores de 3 años están escolarizados en euskera: un 30% en el modelo D y un 20% en el modelo A.

76.000

Ollo cifró en 76.000 las personas de más de 15 años que saben bien euskera. Son siete mil más que en 2016.

“El euskera no es una pieza de museo, sino una lengua viva, un valor que Navarra comparte”

Consejera de Relaciones Ciudadanas