- El Gobierno de Navarra atendió el pasado año 1.057 peticiones de información del Parlamento. Una cifra inédita hasta ahora que incrementa notablemente las peticiones de información en la pasada legislatura, y que casi multiplica por 10 las de la etapa de UPN. En total, el Parlamento tramitó en este último año 2.475 expedientes, la inmensa mayoría iniciativas destinadas a controla la labor del Ejecutivo foral (preguntas, solicitudes de información y peticiones de comparecencia). Un máximo histórico en un año en el que la Cámara foral estuvo sin actividad parlamentaria durante los dos meses de confinamiento en primavera.

Así se desprende del análisis del conjunto de las iniciativas registradas por los grupos parlamentarios entre el 7 de agosto de 2019 y el 31 de diciembre de 2020, y que muestra una gran labor de control al Gobierno, pero escasamente propositiva. Especialmente en el caso de Navarra Suma, el grupo que mayor número de peticiones de información ha solicitado. En lo que va de legislatura, la coalición de Javier Esparza ha tramitado 1.267 solicitudes de documentación e informes, el 85% del total. Supone prácticamente una y media al día, festivos incluidos.

Las solicitudes de documentación, al igual que las preguntas escritas, -el segundo tipo de expediente más recurrente en el Parlamento-, implican un trámite sencillo que apenas requiere trabajo. Y está siendo muy utilizado por Navarra Suma. De cada diez iniciativas parlamentarias suyas, nueve son peticiones de información o preguntas al Gobierno. Consisten simplemente en registrar una instancia reclamando al Gobierno algún tipo de información. Algo que no ocurre con las mociones, que exigen un texto elaborado y una propuesta concreta para su debate y votación en el Parlamento. Ni con las proposiciones de ley, que incluyen un texto articulado y un largo trámite parlamentario de debate en pleno y comisión.

Estas peticiones de información están suponiendo un trabajo añadido para el Gobierno, que debe atender la demanda en un plazo determinado, algo que no siempre resulta sencillo. Ya que en ocasiones la información solicitada no está elaborada y requiere de un informe técnico expreso.

Son precisamente Salud y Derechos Sociales, dos de las áreas más sobrecargadas por la crisis sanitaria, las que asumen la mayor parte de los requerimientos parlamentarios. Desde el inicio de la legislatura el departamento de Santos Induráin ha recibido 330 peticiones de información, por 258 del área de Carmen Maeztu. Salud también es quien más preguntas escritas (91) y orales en pleno (64) ha tenido que responder.

Dos departamentos especialmente afectados por la pandemia, por lo que resulta lógico que centralicen también la mayor parte de la labor de control parlamentario. Sin embargo, estas cifras, y en especial su enorme volumen, esconden también una estrategia de obstrucción deliberada. Tanto la portavoz de Navarra Suma en Salud, Cristina Ibarrola, como la de Derechos Sociales, Marta Álvarez, han sido directoras generales en estos departamentos, por lo que conocen bien el funcionamiento administrativo. Ambas hubieran sido consejeras si Esparza hubiera alcanzado la presidencia.

De hecho, la mayor parte de estas peticiones de información no tienen después ningún recorrido, ni pública ni parlamentario. Y aunque muchas veces las peticiones de información están plenamente justificadas, no siempre es así. En ocasiones son preguntas genéricas para ver si sale algo de interés, imprecisas o inconcretas, e incluso sobre cuestiones accesibles a través del portal de transparencia.

Todo ello ha generado tensiones con el Gobierno, que no siempre contesta lo que le requiere la oposición, o lo hace sin detallar al nivel solicitado. De hecho, algunos departamentos han invitado a los parlamentarios de Navarra Suma a pasarse por sus dependencias para recabar ellos mismos la documentación solicitada. Pero la respuesta siempre ha sido negativa, debiendo mediar los servicios jurídicos.

En el lado contrario de la balanza, durante esta legislatura se han reducido las iniciativas propositivas, aquellas que no van dirigidas al control del Gobierno, sino a plantear una propuesta concreta mediante moción no vinculante o proposición de ley. El año pasado se tramitaron 143 mociones, menos que la media anual en la legislatura pasada y por debajo de 200 anuales de los tiempos de UPN. Especialmente reducida es la actividad de Navarra Suma, que desde el inicio de la legislatura apenas ha registrado 75 mociones, el 25% del total, cuando representa el 40% del arco parlamentario.

También se ha reducido la actividad legislativa. El año pasado los grupos parlamentarios plantearon nueve cambios normativos (cinco Navarra Suma y cuatro EH Bildu), una cuarta parte por ejemplo de los planteados en 2018, un año especialmente activo. Por contra, sí se mantiene la actividad legislativa del Gobierno, que presentó 29 proyectos de ley el pasado año. En este caso, se trata de reformas normativas vinculados prácticamente en su totalidad a la gestión de la pandemia y a sus consecuencias sociales y económicas.

2.475 expedientes. El pasado año el Parlamento tramitó 2.475 expedientes, la cifra más alta de su historia. La mayoría (42%) fueron solicitudes de información, seguido por las preguntas orales (18%), las preguntas escritas (14%), las peticiones de comparecencia (6%) y las mociones (6%).

Salud y Derechos Sociales. Son los departamentos más controlados por el Parlamento, en especial por Navarra Suma. Desde agosto de 2019 han recibido 330 y 258 peticiones de información, respectivamente. Salud también es quien más preguntas ha debido responder. En cambio, el consejero Javier Remírez es quien más veces ha tenido que comparecer en la Cámara (31)Más departamentos. Junto con la pandemia, uno de los motivos por los que ha aumentado el número de iniciativas de control es también por el aumento del número de consejerías. Son 13 más la presidenta, frente al 9+1 de la legislatura anterior.

Preguntas a la presidenta. Los grupos parlamentarios registraron el pasado año 79 preguntas dirigidas a la presidenta, de ellas 75 para su respuesta oral en pleno. Más que el resto de consejeros.