El Parlamento de Navarra ha validado las Cuentas Generales de Navarra del año 2019, las últimas del Gobierno de Barkos (y que parcialmente también gestionó el Ejecutivo de Chivite) y que cierran un ciclo de saneamiento económico y refuerzo de la inversión pública.

Así lo avala la propia Cámara de Comptos, que recoge en su que en 2019 se amortizó más deuda de la que se concertó, se cerró con superávit y tesorería en positivo y con más gasto en personal y servicios sociales. El visto bueno definitivo lo dieron PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E, y Navarra Suma votó en contra, con una intervención de María Jesús Valdemoros en la que cuestionó las lecturas extraídas por el resto de grupos del informe de Comptos y se dedicó a criticar que las últimas cuentas no aprovecharon el ciclo de bonanza económica.

La encargada de defender las cuentas fue la consejera de Hacienda, Elma Saiz, que ha concedido que hablar de 2019 hoy, con la actual coyuntura económica y sanitaria, puede ser algo atemporal. En cualquier caso, desglosó las cifras generales: el año acabó con un gasto de 4.396 millones de euros y un total de 4.416 millones de ingresos, y en el que se experimentó "una mejora de la situación económica". Se amortizó más deuda que la que se concertó, se consiguió un superávit de 148,5 millones (un 285% superior al del año anterior) y un remanente de tesorería positivo y una deuda por debajo de los 3.500 millones de euros, y la Administración foral negoció un plan para negociar las condiciones de deuda que permitió un ahorro de 35 millones.

De los 4.396 millones de gasto ha destacado que un tercio corresponde al pago al personal, con un 12% de aumento en gasto por el pago del grado al personal temporal, por el incremento retributivo anual y por el pago de los meses de verano a los docentes interinos.

En cuanto a los 4.416 millones de ingresos, 4.000 proceden de impuestos directos e indirectos, ha dicho una consejera que ha defendido el "esfuerzo" de su Gobierno por gestionar las cuentas "con rigor, con responsabilidad y con una clara vocación de servicio público".

En el turno a favor, Ainhoa Unzu (PSN) ha subrayado la "notable mejoría de los indicadores que definen la situación financiera" y ha defendido que ese "saneamiento de las cuentas sin duda ha contribuido a poder afrontar mucho mejor la crisis actual", que asegura que las cuentas de este año en curso y las de 2020 no van a se seguir en la tónica de las hoy aprobadas.

Por Geroa Bai, Mikel Asiain, ha resaltado en el respaldo de Comptos a "un modelo de hacer diametralmente opuesto al de las cuentas de 2015", último año de UPN en el Gobierno en el que el órgano fiscalizador alertó de "un auténtico riesgo de insolvencia" en Navarra, donde ha calificado de "demoledor" para las cuentas el pago de los peajes en sombra acordados por gobiernos anteriores para la construcción y gestión de varias autovías.

El portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha analizado las cuentas, que suponen un gasto de 6.719 euros por habitante (de los que 1.687 van a Sanidad y 1.081 a Educación) y donde el 32% son gastos de personal, un capítulo en el que ha alertado de la "insostenible" situación de temporalidad (hasta el 60% en Osasunbidea) que "nos va a reventar en las manos".

Mikel Buil (Podemos), pese a que es "un análisis poco útil para lo que nos viene" por la covid, ha valorado las cuentas y el informe de Comptos, aunque ha detectado como problemas la temporalidad de los trabajadores de la Administración, el "déficit" de gasto destinado a Inversiones, y las subvenciones con entidades culturales, terreno en el que ha llamado a "trabajar de otra manera" con subvenciones plurianuales que faciliten proyectos viables.

Desde I-E, Marisa De Simón ha coincidido en apreciar que, además de bondades, las cuentas "también reflejan problemas" como la "insostenible temporalidad" de la plantilla de la Administración pública, por lo que ha pedido la convocatoria "masiva" de Oferta Pública de Empleo, al tiempo que ha alertado de la "insostenible" cantidad de deuda acumulada (2.961 millones) contra la que ha pedido "abordar una reforma fiscal".

En contra, Navarra Suma ha defendido la "credibilidad financiera que heredaron" cuando UPN dejó el Gobierno y ha restado importancia a los buenos datos de Comptos porque "los años 2017, 2018 y 2019 fueron años de crecimiento económico en todo el mundo". De hecho, criticó que Barkos no utilizó ese ciclo para hacer una labor "de hormiga" sino que se dedicó a hacer "dos reformas fiscales".