Pedro Sánchez ha presidido un acto simbólico en el Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada de la Guardia Civil en Valdemoro, en Madrid, en el que se han destruido más de 1.300 armas pertenecientes en su mayor pate a ETA, pero también a los GRAPO, y que se utilizaron entre 1978 y 2002.

El acto ha sido organizado por el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo con sede en Gasteiz, y que está previsto sea inaugurado en las próximas semanas.

Sánchez ha destacado el simbolismo de este acto y la necesidad de construir una memoria crítica de lo sucedido. "Este acto contribuye a dignificar la memoria de las víctimas porque después de la desaparición de ETA necesitamos memoria democrática de lo que ocurrió. Recordar es mucho más que un acto de respeto, es un ejercicio de dignidad, de humanidad y de justicia", ha asegurado el presidente español.

Sánchez también ha defendido la necesidad de reivindicar el papel de las víctimas. "ETA está acabada, pero hay una tarea de esclarecimiento, de reparación que queda pendiente. Y quiero proclamar bien alto, y no solo en nombre del ejecutivo sino de la sociedad, que vamos a seguir defendiendo la memoria de los que fueron asesinados, secuestrados, o amenazadas por las distintas organizaciones terroristas que han actuado en nuestro país".

La directora general de Interior del Gobierno de Navarra, Amparo López, el director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, Martín Zabalza, y el jefe de la Policía Foral, Juan Carlos Zapico, han participado en la destrucción. Se ha tratado de un acto simbólico, ya que todo este armamento será trasladado por la Guardia Civil a una fundición, donde se procederá a su definitiva destrucción, precisa el Ejecutivo navarro.

El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saluda al jefe de la Policía Foral, Juan Carlos Zapico. Foto: Efe

COVITE SE DESCUELGA DEL ACTO

El colectivo de Victimas del Terrorismo se ha desmarcado del acto al considerarlo "propagandístico". En un comunicado, Covite ha asegurado que el acto tiene como objeto ocultar el "rotundo fracaso" del Estado de derecho con las víctimas del terrorismo, especialmente con las de ETA, a "más de la mitad" de las cuales "se les han negado sus derechos a la verdad y a la justicia". Además, la asociación qrecuerda que "más de la mitad de los crímenes de ETA siguen sin resolver".