a Justicia llegaba al mes de marzo con la cara mal lavada, resaltando así el sentido de un artículo anterior: el de Iñaki Egaña para naiz.eus del 27 de febrero. “La prisión de Hasél ha servido para que tímidamente algunos sectores políticos refieran a la democracia española como de baja calidad. En un abrir y cerrar de ojos, la cla hispana ha salido al escenario para afirmar que la democracia española es tan colosal como el cipote de Archidona”, podía leerse en él. ¿Qué ofrece al inquieto espectador tal puesta en escena?
“La caspa que recorre la vida pública española alcanza unos niveles que en nada se diferencian de los sucedidos en otras épocas. No hay debate, sino imposición”, añade Egaña, mostrando así la actualidad del debate sobre la bondad del régimen político en cuestión. Recuerda, igualmente, lo que algunos prefieren ignorar: “Un joven ha sido imputado por sugerir guillotina para un Borbón. Luis XVI, también Borbón, y rey inviolable de Francia y Nafarroa, fue guillotinado tras decisión mayoritaria de la Asamblea”.
Y, según todos los indicios, las guillotinas siguen funcionando a las mil maravillas, algo evidente en reportajes como el de Rodrigo Saiz para eldiario.es un día después. “Durante los primeros años de la Transición, Navarra fue el foco de multitud de atentados por parte de grupos terroristas como ETA, GRAPO o FRAP, pero también, como se desprende del estudio elaborado por cuatro investigadores del Instituto de Derechos Humanos Gregorio Peces-Barba, de la Universidad Carlos III de Madrid, de otros grupos menos conocidos y a cuyas víctimas no se les dio el mismo reconocimiento”, asegura.
¿De qué víctimas se trata?
Terrorismo oculto
“Es el llamado terrorismo oculto, que ha dejado en la comunidad foral al menos 26 atentados. Todos ellos cometidos por grupos de extrema derecha que, con el convencimiento de tener que defender el orden establecido y corregir varias libertades democráticas que comenzaban a instaurarse, como la libertad de pensamiento, de expresión y de opinión, atacaron a personalidades de la izquierda social, sindicalistas, periodistas o libreros”, añade Saiz.
Así pues, más que debate, lo que brilla con luz propia en la política española de nuestros días es… el rebote de la reforzada extrema derecha. “Y la justicia saltó por la ventana”, reza el titular del artículo de Ana Pardo de Vera para Público del primer día de marzo. Quizá, porque se echa en falta, todavía hoy, algo indispensable: “Emprender la reforma del Poder Judicial no implica suprimir la elección por parte de las Cortes de una parte del mismo, como apunta la democracia misma, sino revisar el ámbito de influencia del poder político, partidista, en la elección de los máximos representantes judiciales”.
Aunque, para rebote… el presente en las páginas de todos los medios el martes 9. Hordago recuerda que “La Eurocámara retira la inmunidad a Puigdemont, Comín y Ponsatí” pero igualmente se hace eco de otra noticia, pues resulta que “Estrasburgo condena a España por no investigar la violencia policial en el Rodea el Congreso de 2012”, titular del trabajo de Ter García: “Esta condena es la segunda que recibe España del Tribunal Europeo de Derechos Humanos por no investigar casos de malos tratos o torturas por parte de la policía”.
“A mediados de enero, esta misma corte condenó también a España por no investigar casos de tortura bajo la instrucción del ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska”, se lee en este otro artículo sobre una de las cuestiones políticas del día oscurecidas por la anterior. Hay, sin embargo, más información al respecto y se trata de un nuevo “episodio en las idas y venidas judiciales de los presos del procés”, según Jose Rico.
“El juzgado catalán de vigilancia penitencia número 5 ha revocado este martes el tercer grado penitenciario o régimen de semilibertad que la Generalitat concedió el pasado mes de enero a los siete reclusos de la cárcel de Lledoners: Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Turull”, recuerda ese mismo día en El Periódico. “Así lo reclamaba la fiscalía y así se ha aplicado de manera inmediata, pues los siete presos han cruzado de nuevo la puerta de la prisión a última hora de la tarde”, concluye Rico.
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