El comité de expertos en materia fiscal plantea eliminar varios beneficios fiscales en el Impuesto de Sociedades, entre ellos la reducción por creación de empleo y la exención por reinversión de beneficios extraordinarios. En ese sentido, los nueve expertos consideran conveniente “delimitar mejor los beneficios fiscales para orientarlos al objetivo o finalidad que se pretende conseguir, y dirigirlos a sectores estratégicos para Navarra”.

El análisis, no obstante, deja fuera de estudio algunos otros beneficios fiscales importantes, como los incentivos a la I+D+i, los incentivos medioambientales o a las producciones cinematográficas. Solo la primera supone ya 30 millones de gasto fiscal al año que no se van a tocar. “Una medida como la supresión de los incentivos fiscales requiere un estudio amplio y en profundidad de todo el Impuesto sobre Sociedades, y en particular de los tipos de gravamen y de la tributación mínima”, señala el comité, que admite que el alcance del estudio es “limitado”.

La propuesta de los expertos plantea en cualquier caso varias modificaciones importantes en el Impuesto de Sociedades. De entrada, propone la supresión de la deducción por creación de empleo, que en sus términos actuales no considera efectiva. En su lugar, recomienda incidir en “otro tipo de actuaciones públicas, como las denominadas políticas activas de empleo”. Este cambio normativo implicaría cuatro millones más de recaudación.

El comité también analiza las exenciones por reinversión de beneficios extraordinarios (1,6 millones), la reserva especial para inversiones (16,5 millones) y la deducción por inversiones en elementos nuevos de inmovilizado material (37 millones). “Existen serias dudas en cuanto a la idoneidad de articular objetivos tan amplios como impulsar a las empresas navarras mediante incentivos fiscales tan específicos como los que son objeto de estudio”, recoge el informe de los expertos, que pone en duda su “eficacia y eficiencia”.

Por ello, plantean “la supresión de los tres”, e invitan al Gobierno a “reflexionar sobre la posibilidad de alcanzar ese tipo de objetivos mediante la modificación de otros elementos del tributo de alcance más general, singularmente el tipo de gravamen”. El estudio no obstante evita valorar una posible rebaja de los tipos impositivos en el Impuesto de Sociedades y lo deja como una “reflexión general”.

Los expertos matizan además la posible supresión de esos tres beneficios fiscales, que enmarcan en una misma “finalidad”. Así que dejan la puerta abierta a que la reforma sea más limitada, acotando la supresión al beneficio con menor impacto en las empresas: “En aras de la simplificación del tributo y teniendo en cuenta un adecuado equilibrio entre recaudación y atractivo fiscal de Navarra, como alternativa a la propuesta anterior se considera oportuna la supresión de, al menos, uno de los tres incentivos fiscales”.

Se trata de un matiz importante que previsiblemente va a generar una doble lectura entre los socios que apoyan el Gobierno. Los partidarios de una reforma amplia reclamarán la supresión de los tres beneficios, mientras que Hacienda, más favorable a no tocar la tributación de las empresas, abogará por eliminar solo la de menos coste.

compensación por pérdidas En cuanto a la reducción por las bases liquidables negativas -lo que las empresas dejan de pagar por pérdidas de años anterior-, los expertos apuestan por limitar al 70% la deducción para las pequeñas y medianas empresas; al 50% para las empresas con un volumen de negocio de entre 20 y 60 millones, y del 25% para las superiores. Porcentajes ya establecidos para los años 2020 y 2021, y que ahora se proponen como “definitivos”.

A cambio, se suprime el límite temporal de 15 años, de modo que las empresas podrán compensar sus pérdidas de forma indefinida. “Si una mercantil no ha sido capaz de compensar pérdidas fiscales en un plazo temporal amplio por no haber obtenido beneficios continuados, probablemente esté ya extinguida”, asumen los expertos.

Mecenazgo Finalmente, el comité aboga por “acabar con la dispersión normativa en materia de incentivos fiscales al mecenazgo y al patrocinio”. En ese aspecto, se muestra partidario de que el mecenazgo social se aplique en las mismas circunstancias que el mecenazgo cultural y apostar por la fidelización aumentando el porcentaje de deducción a quienes se mantengan o aumenten las aportaciones.

El informe está ya en manos de Hacienda, que lo ha remitido ya al Consejo Económico y Social. Y aunque no es vinculante, sus conclusiones van a centrar el debate fiscal de las próximas semanas en el Parlamento.