- Todos los grupos, salvo EH Bildu, acordaron una declaración de condena a ETA en base al texto propuesto por PNV y PSE, un documento alternativo a la propuesta de PP+C’s, formación que finalmente, al igual que Elkarrekin Podemos y Vox, se sumó al escrito de los partidos que conforman el Ejecutivo vasco. Fuentes de Bildu señalaron que su representante se decantó “por no pronunciarse”, por lo que “no dijo ni sí ni no”, y consideraron que la denuncia posterior desde las filas que dirige Carlos Iturgaiz “demuestra” que el objetivo de los conservadores constitucionalistas al plantear la propuesta original “no era llegar a acuerdos” ni alcanzar una declaración institucional, sino “insistir en la trinchera y la no convivencia”.

En el documento se expresa la “firme condena” de los grupos ante “la sinrazón y la injusticia que supuso la actividad terrorista de ETA durante más de cuatro décadas”, así como la “denuncia de la ilegitimidad de la violencia para conseguir fines políticos”. Asimismo, recoge el “apoyo y acompañamiento a todas las víctimas que sufrieron esta barbarie”. “Decimos alto y claro que este dolor nunca debió suceder. ETA dejó un daño irreparable en toda la sociedad vasca. Abogamos para que la memoria y el honor de las víctimas no queden relegados por una mirada al futuro que olvide el pasado”, señala el texto. Transcurridos estos diez años sin violencia por parte de la organización armada, los partidos políticos vascos se congratulan de que se vive “en una sociedad más libre, más justa y más respetuosa con los derechos humanos”. No obstante, precisan que, si bien “vivimos y convivimos mejor”, queda “trabajo por hacer”. Es en este contexto donde apuntan que “el nuevo tiempo exige asumir responsabilidades y reconocer el daño causado”, en clara alusión a la izquierda abertzale, algo que reclaman también los expresos que se adscribieron a la Vía Nanclares. “Tenemos que construir el futuro leyendo bien todas las páginas de nuestro pasado. Seguimos comprometidos en construir la convivencia desde la verdad, la memoria y la justicia”, afirman las formaciones en la declaración.

Bingen Zupiria, portavoz del Ejecutivo de Iñigo Urkullu, recordó en Euskadi Irratia que “una parte de la paz es la ausencia de violencia, pero ahora toca a todos analizar y encaminar las consecuencias de esa violencia y, especialmente, ponerse en el lugar de todas las víctimas”. “Sobre las que han muerto no hay solución, pero sobre las que están vivas y han padecido mucho sí hay” y en ese sentido “sería bueno” que la izquierda aber-tzale “se pusiera en la piel de las víctimas y hiciera esfuerzos para curar ese dolor”, aseveró el jeltzale.

La negativa de Bildu a posicionarse llevó a Iturgaiz a afirmar que la coalición se ha vuelto a retratar. “Desmienten” con hechos las palabras de Arnaldo Otegi y demuestran que sus manifestaciones en Aiete eran una “filfa”, censuró el presidente del PP vasco, quien aprovechó para arremeter contra el “precio político” que está “pagando” Pedro Sánchez a sus socios por su apoyo. A juicio de Iturgaiz, es evidente que Bildu busca mantener a Sánchez en el poder para lograr primero el acercamiento de los presos y después que salgan a la calle. Describió a Otegi y a Sánchez como “mentirosos compulsivos” y advirtió de que el PP no va a aceptar “ningún acuerdo ni apoyo” de la izquierda abertzale porque no respeta la democracia, la convivencia y los derechos humanos.

Amaia Martínez, de Vox, sostuvo que la de ayer fue una jornada “muy triste” porque “Bildu ha vuelto a demostrar que no son gente de paz”, cargando contra la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería, porque “ha concedido” a la coalición soberanista el “poder de vetar declaraciones” de esta Cámara.