- Javier Esparza, presidente de UPN, intenta a la desesperada reconstruir los puentes con el PSOE, rotos tras el desafío de los diputados Sergio Sayas y Carlos García Adanero, que desobedecieron a su presidente y apunto estuvieron de tumbar la reforma laboral de Sánchez.

El líder regionalista visitó Madrid para tratar de recuperar el terreno perdido tras la crisis interna -en la que los medios madrileños se pusieron de lado de los diputados-, hablar de la necesidad de parar al "independentismo vasco" de la mano del PSOE y volver a entonar el Navarra "cuestión de Estado" para que Madrid le eche una mano en caso de que la necesite. Pero no tuvo demasiado éxito: el Club Siglo XXI de Madrid registró muy poca entrada aparte de los fieles de Esparza, que recuperó el tono agrio con el que amenaza sobre el soberanismo, "cuyo riesgo está ahí".

Tras recalcar que Navarra es una "cuestión de Estado" para España, recordó que "lo que ETA ha querido siempre conseguir es la anexión de Navarra por el País Vasco y su salida de España".

Por eso, según Esparza, los "herederos" de ETA "no pueden salirse con la suya" y, para evitarlo, esgrimió que UPN es el "único baluarte" capaz de frenar al independentismo vasco en Navarra y proteger la unidad territorial de España. En este sentido, indicó que su formación hará "lo que sea necesario" y argumentó que si hay que alcanzar acuerdos con el PSOE y el PSN, lo harán.

"Es muy importante tener interlocución, tener capacidad de diálogo entre formaciones políticas diferentes", agregó.

Así pues, Esparza defendió la decisión de votar a favor de la reforma laboral, que no fue secundada por sus diputados en el Congreso de los Diputados, Carlos García Adanero y Sergio Sayas, para quienes el comité de garantías y disciplina de UPN propuso una sanción de dos años y medio de suspensión de militancia.

El presidente UPN mostró su convencimiento de que "no se puede votar un tema tan importante para muchos trabajadores y empresarios con las vísceras", y aseveró que se trata de una "reformita" laboral controlada por la UE y con el apoyo de los empresarios y los autónomos.

Aseguró que su partido no se ha vuelto "sanchista", y subrayó que él no es presidente de Navarra porque Pedro Sánchez "permitió que el PSOE y el PSN cruzaran la raya de los acuerdos indecentes con los testaferros de ETA".

Esparza reiteró la necesidad de llegar a acuerdos, pero resaltó que no sirven de nada si no se cumplen: "Por eso, es tan importante no faltar a la palabra y cumplir con lo que se pacta".

"Uno no puede erigirse en defensor de la dignidad de la política y de otras nobles causas, si al mismo tiempo recurre a la ocultación y al engaño. No hay nada más indigno que no mantener la palabra dada. ¿Qué dignidad nos queda a los políticos si perdemos nuestra credibilidad y si fallamos a la palabra dada?", añadió.

Preguntado si se siente respaldado por las bases de UPN, Esparza dijo el 91% del Consejo Político del partido respaldó el pasado mes de enero que él sea el candidato a la presidencia, aunque obtuvo algo menos de apoyo -y un 15% de votos en contra- cuando decidió expedientar a los diputados.

"Uno no puede erigirse en defensor de la dignidad y al mismo tiempo engañar"

Presidente de UPN