Txaro Pardo es la coordinadora de la Asociación Navarra de Amigos y Amigas de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática). Nos atiende por teléfono desde Rabuni, en los campamentos de Tinduf, donde estará trabajando como cooperante hasta el 6 de abril. Para pardo, “el problema del Sáhara es un conflicto político que se debe resolver por la vía política”, y “un problema de descolonización inconcluso”. Así que señala que “la llave la tiene España” y defiende que “el pueblo saharaui tiene derecho a que se celebre el referéndum de autodeterminación que además se le prometió, porque tiene derecho a ser libre, y que nadie decida por él”.

¿Cómo ha recibido la población saharaui la estrategia del presidente del Gobierno español?

-España tiene una serie de obligaciones que no tienen otros países, porque España es oficial y y legítimamente la potencia administradora, y por lo tanto, tiene una serie de obligaciones que no ha cumplido. Los Gobiernos españoles, sean del signo que sean, nunca han dado un paso más allá de apoyar las resoluciones de la ONU, que defienden el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Pero lo cierto es que el pueblo saharaui para nada confía en el Gobierno español, ni esperaba nada de él. Han pasado casi 47 años en los que ha podido mostrar su interés y cumplir con sus obligaciones contraídas.

Y ahora Sánchez apuesta por una autonomía.

-Desde luego lo que no esperaba el pueblo saharaui era este varapalo de un cambio absoluto de postura, decidiendo la tesis de la autonomía como única solución válida para resolver el conflicto. Esto ha sido muy duro. Al principio hubo muchísima indignación, que poco a poco ha dado lugar a la decepción, y desde luego, la población saharaui se siente absolutamente abandonada y traicionada. Una frase que se oye mucho es que esta es la segunda traición del Gobierno español. Se verbaliza mucho que no se fían del Gobierno ni del PSOE. En lo que sí confía, y se diferencia muy bien, es en los pueblos del Estado español. Este es un conflicto político y la resolución es política. El Sáhara fue la provincia 53 del Estado español, y aquí los niños y niñas en las escuelas aprenden castellano, segunda lengua, y oficial. Con esos mimbres se puede imaginar cómo se siente la población saharaui. Además, el anuncio lo hizo Marruecos, y hay claves que maneja el pueblo saharaui, como la estancia de Brahim Ghali, presidente de la RASD, el tema del gas, los inmigrantes...

La decisión nos aleja de Argelia en un momento en que puede ser muy necesario el gas argelino...

-A un presidente del Gobierno no se le van las cosas de la mano. Se supone que tiene perfectamente claro cómo son las cosas y cuáles pueden ser las consecuencias. Aquí dicen, y tienen toda la razón, que en un momento en que se condena la invasión de Ucrania aquí se está legitimando la ocupación de los territorios en el Sáhara occidental. Se está legitimando por parte del Gobierno una ocupación. Contentar al amigo marroquí es importante, en los recursos naturales en el Sáhara Occidental, que en este momento explota Marruecos hay intereses españoles también, y asimismo importa el lobby que el PSOE tiene en Marruecos. Yo creo que hay muchas razones por las que el Gobierno español ha tenido que contentar al amigo marroquí.

¿Qué impresión hay del papel de Felipe VI y sus relaciones con la monarquía marroquí?

-Se baraja la posibilidad de que haya intereses por parte de la monarquía, teniendo en cuenta que el rey emérito habla de su sobrino y el rey marroquí de su tío. Hay relaciones más que de confianza, casi familiares. Puede que haya habido presiones y aquí se esta hablando ya de eso también. No olvidemos tampoco que la monarquía alauí se lleva un tanto por ciento de cualquier explotación que haya en Marruecos, por derecho, porque es una monarquía feudal. Claro que es una ficha más en el tablero de este juego. Vamos a ver qué pasa con Argelia. Aquí consideran que España lo va a pasar más por el tema del gas, y además Argelia de momento ha dado un paso llamando su embajador en España a consultas, y vamos a ver cuáles son las siguientes medidas que toma Argelia. ¿Cómo va a afectar eso a los campamentos de población refugiada saharaui? Está claro que de una manera u otra les afectará, no directamente, porque Argelia apoya sin ningún tipo de duda al pueblo saharaui.

¿Cómo está la situación bélica?

-Hay una guerra silenciada desde el 13 de noviembre de 2020. Lo que pasa es que por parte de la mayor parte de los medios de comunicación hay un silencio cómplice, como el que mantienen los cargos políticos. Aquí la gente está supercontenta de ir al frente, incluso la gente que trabaja en puestos de responsabilidad. Aquí todo el mundo quiere ir al frente. En todo este tiempo han llegado saharauis de la diáspora para ir al frente. También es cierto que mientras Marruecos tiene un ejército profesional, lo que aquí se dice, y lo comparto, es que los combatientes saharauis conocen el medio. Bien es verdad que ahora la guerra se libra también con otro tipo de medios tecnológicos, pero sigue, va a seguir, y de momento el pueblo saharaui no tiene intención de cortarla. Mientras tanto, el nuevo representante de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, ha dicho que sigue apostando por la vía por la que ha apostado siempre la ONU, de solución del conflicto por medio de una serie de negociaciones pero que contemplen siempre el referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui. Y Europa también lo acaba de decir.

El PSN-PSOE ha secundado la posición marcada por Sánchez rompiendo una tradición en Navarra. ¿Esto le ha sorprendido más o también lo veía venir?

-Me ha dolido mucho y me ha indignado mucho, lo mismo que la decisión del Gobierno central. El PSN siempre ha mantenido una postura de apoyo a las tesis de la ONU, y por lo tanto ha participado en el Intergrupo en el Parlamento. Me imagino y entiendo que si militas en un partido esto es lo que hay, sí me consta que hay militantes socialistas que no están de acuerdo en Navarra y en todo el Estado con esta decisión