pamplona - La Fiscalía navarra calificó durante el pasado año 2017 un total de 1.179 procedimientos relacionados con conductores que cometieron algún tipo de delito contra la Seguridad Vial. Según el avance estadístico de la Memoria de la Fiscalía General del Estado, las diligencias, procedimientos abreviados y sumarios por delitos al volante y por los que se siguió acusación en Navarra tuvo el grueso de conductores imputados en aquellos que circularon tras haber ingerido previamente consumo de alcohol (cuya tasa penal se eleva por encima de 0,60 mg/litro de aire espirado) o drogas. En total fueron 728 los conductores investigados que arrojaron al volante una tasa penal y que se han sentado en el banquillo. Las cifras globales se mantienen en términos muy similares a los del año anterior, 2016, cuando hubo un total de 1.173 calificaciones en torno a conductas delictivas de tráfico, siendo 778 asuntos tramitados por conducir bajo la influencia de alcohol o drogas, lo que representaba el 66%. El año 2015 había sido un ejercicio especialmente negativo en este ámbito, puesto que llegaron a ser hasta 1.404 los conductores imputados y juzgados por delitos de tráfico y hasta 977 de ellos lo fueron por conducir ebrios. Los conductores bebidos pueden ser condenados a penas de cárcel de tres a seis meses, o multa o trabajos comunitarios.

En cuanto al resto de tipología delictiva que abarca la Seguridad vial merecen también especial mención los conductores que se enfrentan a juicio por conducir sin el permiso correspondiente, bien porque han perdido todos los puntos del carnet o bien porque se trata de personas que nunca han llegado a obtener la correspondiente licencia. Dicha conducción está castigada en el Código Penal con penas de prisión que oscilan entre los tres y los seis meses, o multa o trabajos en beneficio de la comunidad. En Navarra fueron un total de 338 asuntos los que se calificaron por circular sin permiso, 282 de ellos tramitados a través de diligencias urgentes, ya que muchos de estos procedimientos terminan por sentenciarse en un juicio rápido en el juzgado de guardia.

La Fiscalía navarra también calificó el año pasado hasta 42 asuntos por la negativa a realizar las pruebas de alcohol o drogas cuando fueron detenidos por la Policía en algún control de tráfico. Conviene recordar que estos conductores que se niegan a someterse a una etilometría suelen cometer un delito doble, puesto que en muchas ocasiones estos automovilistas son interceptados porque los agentes han percibido alguna conducta irregular al volante y luego perciben en el pilotos síntomas de que hubiera ingerido alguna bebida alcohólica. Por ello, en algunos de esos casos a los conductores se les imputa tanto por la negativa como por la conducción influenciada por el alcohol.

Aumento de temerarios Resulta preocupante la tendencia al alza de los conductores investigados por conducción temeraria, ya que sumaron 35 casos en 2017. Se trata de una grave conducta al volante que pone en riesgo a otros usuarios de la vía. Esta cifra de conductores temerarios es la más alta de los últimos años, puesto que se solían quedar en la veintena. El año 2017 hay que recordar que fue especialmente negro en la siniestralidad de peatones. Murieron siete atropellados en las carreteras navarras.