La salud dental es uno de los factores más decisivos en la calidad de vida de una persona y en su estado general, tanto físico como psicológico. En los últimos años los tratamientos odontológicos han evolucionado mucho y experimentado grandes cambios de la mano de las nuevas tecnologías.

Uno de los tratamientos que más se ha popularizado y que es más demandado en las clínicas dentales es la ortodoncia. Los mejores servicios de ortodoncia en Zaragoza son ofrecidos en Clínica Dehesa, el centro de mayor prestigio y mayor número de clientes en la capital aragonesa.

Los especialistas de esta clínica nos ayudan en este artículo a comprender la importancia de los tratamientos de ortodoncia, sus beneficios y en qué consisten.

Las numerosas ventajas de la ortodoncia

Los tratamientos de ortodoncia consisten en corregir la posición de los dientes y solucionar los problemas de maloclusión. La ortodoncia no tiene límite de edad y sus beneficios van mucho más allá de los puramente estéticos:

  • El beneficio más conocido de la ortodoncia es la colocación alineada y óptima de la dentadura. Con ello se gana en atractivo y en estética general, obteniendo bonitas sonrisas.
  • El hueso y encías ganan en salud. Esto se consigue con la adecuada posición y oclusión de los dientes.
  • Corrige las maloclusiones. Estas maloclusiones suceden cuando la mordida no está alineada correctamente. La maloclusión es un fenómeno muy común pero con la ortodoncia se resuelve completamente. Y, al solucionar esto, el sujeto también deja de padecer problemas de digestión, muy comunes con la maloclusión pues los alimentos no son masticados y, por tanto, digeridos de la forma adecuada.
  • Los dientes se desgastan menos. Al corregir el modo incorrecto de morder, se evita un mayor desgaste de las piezas dentales. Un desgaste excesivo puede llegar a provocar, a la larga, la pérdida de dientes.
  • Es reducido el riesgo de padecer enfermedades periodontales, caries o infecciones. Esto es así al mejorar la higiene dental y el estado global de la boca.
  • Mejora la autoestima. El atractivo del paciente es mayor con una boca sana y una sonrisa perfecta, lo que tiene consecuencias psicológicas positivas. Le ayuda, incluso, a socializar y a sentirse mucho más a gusto con su cuerpo y aspecto físico.

La revolución de los implantes

El segundo tratamiento que más se ha popularizado en los últimos tiempos y que ha conocido mayores avances es el de implantología. Como muestran los numerosos implantes realizados en Zaragoza en la actualidad, la implantología oral es la solución ideal para reemplazar las piezas perdidas de la forma más duradera y natural posible.

Los implantes dentales que son utilizados en la Clínica Dehesa son dispositivos artificiales de titanio que se insertan en el hueso del maxilar superior o inferior. La unión al hueso se realiza mediante un proceso denominado osteointegración, haciendo posible que los implantes realicen las mismas funciones que los dientes naturales perdidos.

¿Cuándo son recomendados los implantes?

Hay diversas situaciones que recomiendan el uso de implantes. La más común es el reemplazo de dientes. El implante es colocado en el hueco del diente perdido, recubriéndolo con una corona de porcelana.

La segunda situación en la que los especialistas aconsejan poner un implante dental es cuando hay grandes huecos entre dientes. Si estos dientes no pueden ser cubiertos con un puente, varios implantes solucionarán el problema y sobre ellos el especialista apoyará una prótesis fija.

Por último, los implantes también representan una solución óptima para pacientes parcialmente o completamente desdentados. La implantología oral es recomendada aquí cuando no es posible colocar una dentadura removible.

¿Es el implante un procedimiento doloroso?

La operación no implica ningún dolor para el paciente pues es realizada con anestesia local. Su duración es de entre 30 y 90 minutos, en función del número de implantes que van a ser insertados. Tras la operación, el proceso de cicatrización dura alrededor de entre 2 y 3 meses. El paciente ha de llevar prótesis provisionales en esta fase de cicatrización. Las molestias son muy pequeñas o inexistentes.

El origen de los implantes

Hasta llegar a los implantes tecnológicos, efectivos y muy duraderos de la actualidad han tenido que pasar varias décadas. El origen de los implantes se remonta a la década de los 50 del siglo pasado. En un laboratorio de la ciudad sueca de Lund un científico descubrió por casualidad que el titanio podía unirse de forma efectiva al tejido óseo vivo, sin producir ningún tipo de inflamación ni rechazos por parte del organismo.

El primer implante conocido fue realizado en una paciente desdentada en 1965 y pronto se convirtió en un procedimiento médico conocido por sus elevadas tasas de éxito, ganando poco a poco en popularidad.