Madrid - Si algo preocupa al director general de Tráfico, Pere Navarro, es el uso del WhatsApp al volante y el exceso de velocidad en las carreteras convencionales, unas infracciones a las que quiere castigar más, con la retirada de hasta seis puntos en el primer caso y de dos puntos si se supera en 20 kilómetros por hora el límite máximo de 90 en el segundo. Estas son algunas de las medidas que, según resalta Navarro en una entrevista, quiere poner en marcha Tráfico ante las “luces rojas” que llevan ya cuatro años encendidas en las cifras de la siniestralidad y que han dibujado una curva ascendente tras años de descensos consecutivos y notables.

Bien porque se “ha perdido la sensibilidad” hacia este problema, bien porque la crisis ha priorizado otras cuestiones o bien porque la seguridad vial “perdió interés social y se cayó de la agenda”, lo cierto es que Navarro se ha encontrado en su segunda etapa en la DGT con una situación que le llevó a exclamar: “Dios mío, ¿qué ha pasado?”. “Y como no podemos perder tiempo, porque no hay tiempo que perder”, Navarro tiene sobre la mesa ya medidas “concretas, posibles, útiles y realizables”, consciente de que ante lo que resta de legislatura, tiene que hacer en un año lo que normalmente se haría en cuatro.

Entre las medidas que el director de Tráfico quiere sacar adelante con el consenso, en muchas de ellas, de los grupos parlamentarios están las relacionadas con la velocidad. Casi con toda probabilidad, Tráfico recurrirá a la figura del Real Decreto para modificar el Reglamento de Circulación y unificar en los 90 kilómetros por hora el límite máximo de velocidad en las carreteras convencionales, tengan o no tengan arcén de 1,5 metros. “Así, nos asimilaremos a los países de nuestro entorno” que, según recuerda, “tienen un único límite para todas de ese tipo”.

“Tenemos un problema con la velocidad”, por lo que la propuesta de la DGT pasa también por quitar puntos cuando se haya superado en 20 kilómetros por hora ese límite en las convencionales. Hasta ahora, solo acarrea multa de 100 euros, pero no se quitan puntos. Solo se restan cuando se supera en 30 kilómetros por hora y más. Si la propuesta sale adelante, cuando el radar capte al conductor a 111 kilómetros por hora ya se le sancionará con dos puntos, y así hasta seis a medida que aumente esa diferencia de velocidad.

Y aunque habrá que estudiarlo “tranquilamente”, Navarro quiere aumentar el número de radares. Bajo control de la DGT hay 1.000 y en Francia hay 4.000. Otro de los caballos de batalla es el uso de dispositivos tecnológicos durante la conducción y, particularmente, los teléfonos. “Algo habrá que hacer porque el uso del smartphone al volante y, sobre todo el WhatsApp, ya es la primera causa de los accidentes tras el exceso de velocidad y el consumo de alcohol y drogas”, espeta Navarro. Con este escenario, el director de la DGT ya intuye qué hacer: aumentar la pérdida de puntos por esta infracción. En el proyecto se pasa de los dos actuales a seis, “aunque tampoco disgustaría a la DGT que se quedara en cuatro”.

Tráfico también tiene en su hoja de ruta la intención de subir de tres a cuatro el número de puntos que se pierdan por no llevar el cinturón de seguridad, el casco o las sillitas -los sistemas de retención infantil-. “Después de doce años -enfatiza Navarro-, el que no se pone el cinturón no es porque no lo sepa, es porque no le da la gana. Y lo mismo pasa con el casco. No hay excusas”.

Asimismo, a Navarro le parece “inconcebible” que pueda obtenerse el carné de conducir sin una sola hora presencial de seguridad vial, cuando en el 70% de los países europeos es obligatorio. Y por ahí va la propuesta de la DGT. Mientras, pretende que los profesores de autoescuela se formen en la educación reglada y, en concreto, en la Formación Profesional. Por último, Navarro no se resigna a hacer realidad que la educación vial sea asignatura obligatoria. - Efe