madrid - La ministra de Educación, Isabel Celaá, planteó ayer, para la reforma “integral” de la profesión docente, incorporar nuevos requisitos para ser profesor, así como evaluaciones voluntarias con el fin de mejorar en su labor. “Existe un amplio consenso en que los docentes son la pieza básica de la calidad de la educación” que no siempre se traduce en “las condiciones necesarias” para que lleven a cabo “su compleja labor con éxito”, expuso la ministra a los expertos que se dieron cita en el foro Educar para el siglo XXI. “Yo también soy profe y me siento personalmente comprometida con el proceso de mejorar la profesión docente de la que todos formamos parte”, argumentó.

Con el objetivo de alcanzar un acuerdo sobre la profesión, Celáa expresó el “deseo común entre las fuerzas políticas y los representantes de la comunidad educativa”, ya que a la docencia deben llegar “los mejores” y no aquellos que lo hacen “por avatares de la vida”, para lo que es necesaria una evaluación que redefina la labor desde el acceso a la profesión. Así, el Gobierno pretende establecer pruebas y requisitos tanto para acceder a los estudios de Magisterio como al Máster Universitario en Profesorado (MUP) para enseñar en Secundaria.

Asimismo, sobre las evaluaciones voluntarias manifestó: “No podemos dejar de establecer un sistema de evaluación riguroso y confiable que permita a todos aquellos que lo deseen recibir una información sobre su quehacer docente y que les ayude así a seguir avanzando en su práctica y mejorar también las condiciones laborales en las que la ejercen”, tema que también defendió la OCDE, cuyo director de la División de Asesoramiento e Implementación de la Dirección de Educación y Habilidades, Paulo Santiago, se refirió a estas pruebas en el encuentro, ya que “compensar adecuadamente a los docentes y certificar sus competencias” a través de evaluaciones periódicas como hacen muchos países.

fase en prácticas En esto, otro experto, José Antonio Marina, recordó que el exministro Íñigo Méndez de Vigo le encargó en su día un libro blanco sobre la profesión docente, en el que intervinieron mil personas. “Todo el mundo lo elogió”, pero luego “no hubo nada”. Por eso, pidió a Celáa que, “si no va a llevar esto hasta las últimas consecuencias, no lo empiece” porque sino será “otro pitorreo”. Sobre las evaluaciones del desempeño docente, Marina afirmó que deberían ser “obligatorias” en colegios y universidades.

Por su parte, Celáa también sugirió “establecer una fase de inducción a la práctica en la que el nuevo docente esté arropado por expertos, de forma que pueda consolidar sus competencias antes de asumir de forma autónoma su trabajo”, como un recién licenciado en Medicina no se pone a operar solo, y abogó por que haya en el horario “tiempos de reflexión conjunta” entre profesores.

Portavoces de CCOO, UGT y CSIF comentaron que las evaluaciones docentes ya aparecen en el artículo 106 de la LOE, que se llevan a cabo según las comunidades, e instaron a Celaá a que cualquier cambio en la profesión lo hable en la Mesa de Negociación de los profesores. - Efe