“Ninguna persona es ilegal”, coreó ayer un grupo concentrado en la plaza del Ayuntamiento para protestar contra las políticas migratorias llevadas a cabo por el Gobierno italiano y que, parece, están siendo extrapoladas a otros Estados europeos. La convocatoria, organizada por Iruñea Ciudad de Acogida y Mugak Zabalduz Karabana, dejó consignas como Mediterráneo, fosa común; Migrar es un derecho, no un privilegio; o Nativa o extranjera, la misma clase obrera.

Dentro de esa normativa de insolidaridad y discriminación ha surgido un movimiento de desobediencia civil al que se han adherido algunos alcaldes italianos. Es el caso de Riace, un pequeño pueblo costero al sur de Italia, en la región de Calabria. Hace 30 años, era una localidad envejecida y con una importante pérdida de población. Desde hace ya varios años, gracias a la labor de su alcalde, Domenico Lucano, y a la complicidad de los vecinos y vecinas, Riace acoge a personas que huyen de sus lugares de origen por diferentes causas y llegan a sus costas.

Riace se ha convertido en un símbolo de solidaridad gracias a la convivencia con personas migrantes. Hoy, el pueblo cuenta con varios bares, una escuela, comercios y servicios. Pero esta maniobra de empatía y humanidad no fue bien vista por las autoridades italianas. El pasado mes de octubre, Domenico fue arrestado, acusado de favorecer la inmigración ilegal. Días más tarde, fue puesto en libertad con la prohibición de residir en el pueblo del que es alcalde.

Fue en Riace precisamente donde finalizó la caravana puesta en marcha en julio del año pasado por Mugak Zabalduz Karabana. “Tuvimos la oportunidad de comprobar in situ la realidad y la experiencia nos impactó”, relató el manifiesto de los organizadores, que continuó afirmando que “Domenico Lucano, en su apuesta, se ha enfrentado al sistema, a la mafia calabresa, y ahora tiene un problema con el gobierno neofascista, imperialista y xenófobo italiano y con su ministro del Interior Matteo Salvini”, que pretende “desmantelar todo un proyecto que hasta hoy ha venido funcionando sin problemas”.

No obstante, destacaron los convocantes, otros alcaldes italianos están mostrando su oposición al exilio al que se ve obligado Domenico y a la ley de seguridad del Gobierno italiano, a la que Iruña Ciudad de Acogida califica de “atropello”.

Concretamente, los de Palermo, Nápoles, Parma o Florencia se niegan a aplicar la normativa alegando que viola los derechos humanos. “Estos alcaldes han lanzado un pulso al ministro del Interior y han anunciado que no aplicarán las disposiciones de la norma que, según ellos, están destinadas solo a complicar la vida de los extranjeros”, continuó el escrito.

Leoluca Orlando, alcalde de Palermo, declaró que esta ley “apesta a racismo” y que “es un texto inhumano que viola los derechos humanos e induce al crimen al calificar como ilegales a personas que se encuentran legítimamente en nuestro territorio”.

Protesta en consulados Iruñea Ciudad de Acogida, Iruñea Harrera Hiria y los movimientos que participan en Mugak Zabalduz Karabana, subrayaron en el manifiesto leído ayer su apoyo hacia Domenico Lucano y al resto de pueblos italianos que están desarrollando proyectos de acogida. En este sentido, destacaron que “próximamente registraremos el documento anexo a este escrito en las sedes de los consulados italianos en Bilbao e Iruñea para expresar nuestra repulsa hacia las políticas neofascistas que, como el Gobierno italiano, están desarrollando otros países y grupos políticos en la Unión Europea en relación a las personas migrantes o que buscan refugio en Europa”.

Los organizadores señalaron, asimismo, su condena hacia la política de cierre de puertos en Italia y Malta, “y que Pedro Sánchez ha decidido copiar, bloqueando la salida del Open Arms en el puerto de Barcelona, y con el temor de que al Aita Mari le pueda ocurrir algo parecido”.

Por último, recordaron que el próximo 5 de mayo desarrollarán la iniciativa Besarkada, por el derecho a vivir y migrar con dignidad, junto con otros movimientos sociales, pueblos y ciudades de Europa.