Pamplona - Los Informes de Evaluación de Edificios presentados en los distintos ayuntamientos navarros aumentaron un 50% en el 2018. La mayor parte de ellos, informaron desde el Gobierno, llegaron ligados a procesos de rehabilitación de edificios.
En total, el pasado año se recibieron 2.750 Informes de Evaluación de Edificios, en los que se recoge información sobre el estado general de conservación del edificio, su grado de accesibilidad y su certificación energética, convirtiéndose en una herramienta básica para conocer el estado del parque edificatorio en Navarra y las necesidades de rehabilitación presentes y futuras. Esto supone un aumento del 50% con respecto al año 2017, en que se presentaron 1.835.
A pesar de la notable mejoría, aún no existe la suficiente concienciación sobre la necesidad de realizar este estudio, pues suponen solo un 28,1% de los que, por normativa, tendrían que haberlo entregado. En este sentido, indicaron desde el Gobierno, en el año 2016 se alcanzó solamente el 7% y el pasado año el 20,92%.
De los 2.750 informes presentados en plazo, 2.202 corresponden al Ayuntamiento de Pamplona. Desde Derechos Sociales destacaron el notable incremento de los informes realizados en Ayuntamientos como el de Alsasua o Etxarri-Aranatz, un hecho que vincularon con el éxito los bandos municipales o notificaciones efectuadas.
En total, desde que se comenzó la recogida de estos informes y hasta el 31 de diciembre de 2018 se presentaron 3.276 informes. Asimismo, se presentaron otros 526 que no tenían obligación de hacerlo conforme la antigüedad del edificio. La entrega de estos últimos, supusieron desde el departamento, puede deberse a que el inmueble presentaba un estado muy deficiente y, por eso, sus propietarios decidieron hacerlo de forma voluntaria o a que se fuera a realizar la rehabilitación del edificio acogiéndose a ayudas públicas y, por las características de la rehabilitación, requirieran este informe.
De los 3.276 informes presentados, 2.238 corresponden a edificios que han solicitado la calificación provisional como Rehabilitación Protegida después del 1 de enero de 2016. De esos 2.238, presentados y vinculados a expedientes de Rehabilitación Protegida, 707 no tenían obligación de ser presentados por la antigüedad del edificio. Estos, explicó Derechos Sociales, se realizaron porque la naturaleza de las obras de rehabilitación exigía en la normativa del Gobierno de Navarra la previa o simultánea presentación del informe.
Resultados Del total de los 3.276 edificios que presentaron este informe, el 42% (1.371) no tenían ninguna deficiencia, por lo que fueron considerados aptos. Un porcentaje ligeramente superior, el 47% (1531), también recibieron el aprobado de los técnicos, aunque se observaron deficiencias leves que, por afectar exclusivamente al mantenimiento del edificio, pueden ser subsanadas a lo largo del periodo de vigencia del informe.
El 2% de los edificios analizados (62) presentaban deficiencias muy graves o graves para cuya subsanación es preciso un plazo superior a un año. Transcurrido el plazo establecido en el informe para la subsanación de las deficiencias, deberá someterse a nuevo informe de evaluación. El 9% restante (312) se corresponde a edificios considerados como no aptos provisionalmente debido a que contenían deficiencias graves pero para su subsanación se establece un plazo improrrogable inferior a un año. Además, estas deficiencias no representen peligro para los usuarios del edificio o los viandantes. La condición de apto se alcanzará cuando, subsanados estos problemas en el plazo establecido y tras una nueva evaluación se certifique que se han efectuado las reparaciones exigidas.
Los datos relativos solo a los informes presentados durante el 2018 son similares, con un 41% de edificios aptos, un 46% aptos con deficiencias leves, un 3% no aptos y un 10% no aptos provisionalmente. En cuanto al estado de los edificios, cabe señalar que no existen diferencias reseñables entre los entornos rurales y urbanos.
Nueva ley La nueva Ley del derecho subjetivo a la vivienda extiende la obligación de presentar el Informe de Evaluación de Edificios a las viviendas unifamiliares a partir de 2020, con una antigüedad igual o superior a 75 años. Para ello se establece un calendario por el cual las viviendas unifamiliares que el 31 de diciembre de 2018 tuvieran una antigüedad de 100 o más años deberán efectuar la evaluación del edificio de forma que dispongan del correspondiente informe antes del primer día del año 2020.
En el caso de las viviendas unifamiliares que el 31 de diciembre de 2019 tengan una antigüedad de 75 o más años, deberán efectuar la evaluación del edificio para contar con este documento antes del 1 de enero del 2021, mientras que las que tengan una antigüedad de 75 años a partir del 1 de enero de 2020 deberán tenerlo antes de que transcurra un año desde la fecha en que hubieran adquirido dicha antigüedad.
Asimismo, se establece que para la concesión o renovación de la cédula de habitabilidad de cualquier vivienda será necesario contar con el Informe de Evaluación de Edificios, con el resultado de apto o apto con deficiencias leves, cuando el mismo sea exigible y el edificio sea propiedad de una única persona física, una unidad familiar o una persona jurídica.
3.802
Hasta el 31 de diciembre de 2018 se presentaron 3.276 informes de edificios antiguos en diferentes ayuntamientos navarros. Asimismo, se presentaron otros 526 informes que no tenían obligación de hacerlo conforme la antigüedad del edificio.
Apto. Edificio que no presenta ninguna deficiencia.
Apto con deficiencias leves. Presenta deficiencias que pueden ser subsanadas a lo largo del periodo de vigencia del informe.
No apto provisionalmente. Tiene deficiencias graves que no representan peligro y para cuya subsanación se ha establecido un plazo inferior al año.
No apto. Con deficiencias muy graves o graves para cuya subsanación sea precisa más de un año.
Calificaciones
Apto1.140
Apto con deficiencias leves1.276
No apto59
No apto provisionalmente275