pamplona - El agente de la unidad de Antidisturbios de la Policía Nacional sentado en el banquillo declaró en instrucción que se reconocía en las imágenes que figuran de aquel trágico 26 de septiembre de 2012 y que recordaba haber lanzado al menos dos veces la escopeta y que en una disparó con una pelota, aunque dijo que ejecutó ese tiro contra manifestantes situados en la iglesia de San Nicolás que eran quienes arrojaban objetos. Una versión poco verosímil a la vista de las imágenes puesto que con la multitud congregada en el paseo difícilmente se podía observar lo que hubiera más allá. Ayer, en el juicio, dos mandos contradijeron al agente y negaron haber ordenado lanzar. “Yo no di ninguna orden expresa, aunque mis mandos intermedios son autónomos para dar esa orden. Y en esa situación nunca se dispararía de forma horizontal. Lo lógico sería una salva, que sí puede ser horizontal porque es inerte. Una pelota se tira proyectada al suelo para evitar lesiones graves”, declaró un jefe. Además, afirmaron que hay una distancia orientativa de 30 metros para efectuar los pelotazos y que siempre las ventanas de la escopeta están abiertas para evitar que salga con más potencia el proyectil. Dijeron que en caso de haber herido a alguien, se hubieran enterado. - E.C.