málaga - La Fiscalía malagueña solicitó ayer que citen como investigado por un delito de homicidio imprudente a David Serrano, el dueño de la finca de Totalán, Málaga, donde está el pozo en el que cayó y murió Julen, de 2 años, el pasado 13 de enero.

Tras estudiar la documentación, atestados e informes, el Ministerio Público estima que “ya se pueden hacer varias hipótesis de los momentos previos de la fatal caída y, por tanto, procede depurar, si las hubiere, las responsabilidades penales de las personas intervinientes”.

También tendrá que declarar el empresario que efectuó el pozo, Antonio Sánchez, como testigo, al igual que los padres del niño, José Roselló y Victoria García, cuatro guardias civiles y los tres senderistas que llegaron al lugar a auxiliar a los progenitores del niño, entre otros.

El Ministerio Público solicita, asimismo, que declare el operario que hizo la zanja junto al talud que limita el pozo, un trabajo posterior a la perforación del orificio en el que cayó el pequeño.

cruce de acusaciones El abogado del dueño de la finca, Antonio Flores, afirmó la semana pasada que “la única responsabilidad penal, si la hubiese”, sería del pocero, y que su cliente era “conocedor” de la necesidad de tener licencia para la apertura de un pozo, pero se había “encomendado” a un profesional.

El letrado mantiene que su cliente tapó el agujero con dos bloques de hormigón y que el día en que cayó Julen al pozo había advertido a las personas que le acompañaban de su existencia, aunque no pensó que por él podía caerse un niño. Por su parte, Sánchez sostiene que hizo su trabajo bien y que taponó el pozo con una piedra.

La juez que instruye la causa autorizó la semana pasada que se tomaran medidas de refuerzo en el terreno donde se encuentra el pozo al que cayó el pequeño tras finalizar la Guardia Civil todas las indagaciones necesarias en la zona para la investigación.

Fuentes cercanas a la investigación indicaron que estos trabajos no han comenzado, pero que está previsto que se realicen en breve para garantizar la seguridad en la zona, donde el operativo de rescate trabajó durante trece días en una obra calificada de “ingeniería civil” por los técnicos. - Efe