pamplona - El éxito del Trineo de Viento como único medio de transporte en la expedición Antártida Inexplorada 2018-2019 ha sido la facilidad de su manejo, mediante el aprovechamiento de la energía eólica gracias a una gran cometa que sobrevolaba el cielo a más de 300 metros. A su sencillez de construcción y sus sostenibilidad, se une la facilidad de aprendizaje para su pilotaje. Su versatilidad permite que pueda moverse con vientos que van desde los 6 a los 60 kilómetros por hora. Además, las cometas son capaces de aprovechar vientos que no van en la misma dirección del Trineo, lo que se consigue subiendo y bajándolas con diferentes líneas (que van de 150 metros a 300 metros de longitud) en función de las corrientes, como hacen los globos aerostáticos.

Las cometas llevan únicamente dos mandos o líneas (cuerdas/dinema) que enlazan en una polea. El piloto tira de un lado o de otro, moviendo el perfil de la cometa hacia un lado u otro para que no se caiga. El despegue de la cometa es el momento más complicado, en función del viento y la superficie. La línea de 300 metros dificulta esta operación si el territorio es rugoso o si hay poco viento, pero con una velocidad estándar (unos 15 km/h) no resulta complicado.

Si la dirección a seguir es frontal con viento de popa, el piloto va haciendo ochos, subiéndola y bajándola, porque no puede dejar de moverse. Si la dirección es a 45º del viento, la cometa me mueve desde el lateral haciendo eses. Se puede apretar hasta 80º respecto al viento mientras los módulos traseros ayudan a ceñir el viento. Basta con poner los anclajes de la cometa en una esquina de la locomotora para cambiar la dirección del astro y meterlo en el viento.

Uno de los elementos clave en el funcionamiento del trineo es la polea, que recibe las órdenes enviadas a la cometa. En el nuevo prototipo se llevaron poleas más grandes y un sistema de multiplicación de fuerzas que facilitó el manejo cuando la cometa se encontraba en su máxima tensión.

Es importante conocer la columna de viento que hay en el momento del despegue, puesto que en la superficie puede haber muy poco viento, pero su velocidad se puede incrementar exponencialmente a muy poca altura. Para elevarla en esas condiciones, se genera manualmente viento con el movimiento. El máximo de viento con el que se puede navegar sin problemas son 50 kms/h.

Para aprovechar al máximo sus posibilidades, la tripulación estuvo formada por cuatro personas, que funcionaban en dos turnos que se iban relevando, para aprovechar al máximo las horas solares (24 horas en los territorios polares).

composición El trineo de viento está configurado por tres módulos: el módulo locomotora, que como su nombre indica sirve de motor y además tiene una tienda para paliar las bajas temperaturas. En segundo lugar está el módulo de carga, cuya función principal es el transporte del equipamiento científico y el que precisen los expedicionarios. Además lleva instalados de 10 a 12 metros de paneles fotovoltaicos para la producción de energía. Por último se encuentra el módulo habitable que sirve de vivienda para los expedicionarios, compuesto por una tienda diseñada para crear un efecto invernadero. - Sofía Sánchez